Capítulo 1

6.4K 385 176
                                    




- Awww, ¿el gatito está enfadado? - decía risueña mientras terminaba su baile de la victoria.

- No te burles ya sabemos que eres mejor que yo en Ultra Mecha Strike...pero no es necesario restregármelo con tu bailecito cada vez que me ganas. - refunfuñó mientras tomaba otro croissant.

- Humm, está delicioso...es por esto que te quiero. - y con una sonrisa en los labios se acercó a su amiga para depositar un beso en su sonrojada mejilla.

-¿Así que solo me invitas a jugar por los croissants que te traigo? - dijo la azabache con un falso gesto de estar ofendida.

- No, claro que no - respondió rápidamente el rubio.

- ¿N...No? - preguntó tímidamente Marinette con los ojos muy abiertos hacia su compañero como esperando a que dijera lo que ella tanto llevaba esperando escuchar.

- También lo hago por las galletas...están riquísimas. - dijo en broma mirándola con cierta picardía.

Marinette lo miraba fijamente con cara de sorpresa hasta que poco a poco se le fue frunciendo el ceño y en un rápido movimiento le lanzó a su amigo un cojín a la cara.

- ¡Eres un idiota! - gritó y tomando su pequeño bolso se levantó dirigiéndose hacia la puerta.

Antes de llegar a poner su mano en el picaporte notó como unos brazos la rodeaban por la cintura desde atrás y sintió un peso sobre su hombro derecho, que la hicieron estremecer sobre todo cuando escucho unas suaves palabras tan cerca de su oído.

- Por favor no te vayas, sabes que solo era una broma. Disfruto mucho de tu compañía y adoro que vengas a verme. Por favor no te enfades conmigo...sabes que te quiero...- ante la última frase de Adrien los ojos de Marinette temblaban con un pequeño brillo de ilusión y sus labios se apretaban evitando que las palabras salieran pues su cabeza se devanaba con mil pensamientos de que hacer, mientras que su corazón le decía que se girara y le confesara que ella también lo quería, que estaba enamorada de él desde el día que lo conoció para después de eso sellar sus palabras con un suave y anhelado beso. Apretando sus puños dio un profundo respiro, decidió por una vez seguir a su tonto corazón. En el momento en que se iba girar, Adrien continuo hablando.

- Eres mi mejor amiga, no me perdonaría que te fueras así. - dijo mientras soltaba su abrazo.

Los ojos de Marinette antes vivaces e ilusionados ahora estaban cerrados luchando por contener las lágrimas. El había dicho amiga, al parecer su amor hacia ella nunca pasaría la línea de lo fraternal. ¿Qué podía hacer ella ahora?, ¿Quedarse callada y fingir que no pasa nada y continuar con la pantomima de que para ella él solo es su amigo y nada más? o ¿por el contrario confesarle que esta perdidamente enamorada de él arriesgándose a ser rechazada y perder la increíble relación que en ese momento llevaban como amigos?.

Dando un pequeño suspiro poco a poco fue destensando su cuerpo mientras se giraba, una vez que estuvo frente a él esbozo una cálida sonrisa. - Claro que no me voy a ir, tonto. ¿Que harías tú sin mi? - dijo jugando mientras lo apartaba empujando su nariz con el dedo.

Caminó despacio y se sentó en la cama del rubio. Adrien solo la miraba con una sonrisa infantil dibujada en la cara.

Al final había optado por la opción más cobarde, callar y continuar amándolo en silencio. Si, sería su mejor amiga y siempre estaría ahí para él, ya fuera compartiendo sus alegrías u ofreciéndole un cálido abrazo cuando más lo necesitara y tal vez con un poco de suerte en un futuro sus sentimientos hacia ella crecerían hasta el punto de declararle que también la amaba.

- ¡Genial! - exclamó el rubio acercandose a su compañera y poniendo un dedo sobre su nívea frente. - No te muevas de aquí, me cambio y te acompaño a tu casa.

Una cita...sin ti   - (Miraculous Ladybug - Adrinette) - Otra historia cliché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora