Capítulo 4

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Un nuevo día había comenzado y Marinette por una vez había madrugado. Al llegar al colegio se encontró en la entrada con Alya y Nino.

- ¡Marinette!, - exclamo de sorpresa la morena al ver a esa hora a su amiga - buenos días ¿te han echado de casa?.

- Ja...ja...ja, muy graciosa. - dijo con sarcasmo sacándole la lengua de manera infantil - hoy me apetecía venir más temprano es todo y buenos días a ti también.

- Buenos días Marinette. - saludó Nino.

- Buenos días Nino. - miro hacia las lados - ¿Adrien no ha llegado?

- Todavía no, es raro en él ya que salvo por algún trabajo de último momento que le encargue su padre suele venir temprano.

- No me ha dicho que tuviera algo que hacer. - decía la azabache revisando su teléfono por si tenía algún mensaje de él - bueno la verdad es que no he hablado con él desde ayer que salimos del colegio.

- Yo tampoco, le envíe varios mensajes pero no me respondió a ninguno. - en ese momento sonó la campana que indicaba el inicio de las clases. - Vamos entrando, Adrien no debe de tardar, si es que Marie dejó algo de él. - Nino tomó a Alya de la mano y acompañados por una cabizbaja Marinette se dirigieron hacia su aula.

Ya en sus asientos Alya se acercó a Marinette. - No le hagas caso a Nino solo estaba bromeando.

- Lo sé. No es el comentario de Nino lo que me inquieta, es por Adrien, desde ayer esta muy raro. La primera vez que salió con esa chica, por la noche me envió un mensaje de buenas noches, sin embargo ayer no supe nada de él. Solemos contarnos todo y ayer ya lo viste de repente decidió salir con esa chica cuando ya había dicho que no quería. No lo entiendo. - dijo acongojada.

La puerta del aula se abrió y la señorita Bustier entraba hablando con Adrien.

- Mira, ahí lo tienes y al parecer está en una sola pieza. - susurró Alya a la vez que le daba suaves golpes con el codo a su amiga.

- Siiii - suspiro Marinette mirándolo embobada.

Adrien llegó hasta su lugar y saludo a las dos chicas antes de sentarse y saludar a su amigo. Antes de que Nino pudiera preguntarle algo Marinette ya estaba tirando del cuello de la camisa del rubio para llamar su atención. Adrien se pego lo más que pudo al respaldo y se giró ligeramente hacia su amiga para no llamar la atención de la profesora.

- ¿Donde estabas que has llegado tarde? - le recrimino la azabache.

- Buenos días a ti también, princesa. - respondió risueño con una sonrisa de medio lado que la desarmó por completo.

- Bu...buenos di...días - ahora la pobre chica balbuceaba las palabras, agitando la cabeza trato de recuperar el poco aplomo que esas expresiones del joven modelo le dejaban. - ¿entonces, dónde estabas?.

- Me entretuve con Nathalie para encargarle algunas cosas. - Adrien volvió a mostrarle una sonrisa con picardía. - ¿la princesa está complacida con la respuesta?.

- Por ahora, pero no hemos terminado. - sentenció enfurruñada. Como odiaba que la conociera tan bien, él sabía cómo desarmarla, aunque ella también conocía sus debilidades.

Adrien y Nino cruzaron alguna palabras durante la clase procurando que nadie los escuchara, cuando la campana para el receso sonó los dos amigos se levantaron apresuradamente, el rubio se dirigió hacia la puerta de salida sin dejar de teclear en su teléfono mientras que Nino se giraba para hablar con Alya.

- Nena, hoy no puedo comer contigo.

- ¿Por qué no? - preguntó curiosa la pelirroja.

- Tengo que ayudar a Adrien con unos asuntos. - dijo señalando a su amigo quien lo esperaba impaciente en la puerta.

Una cita...sin ti   - (Miraculous Ladybug - Adrinette) - Otra historia cliché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora