Capitulo 15 parte 2

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Estaba consciente de que tenia episodios de inconsciencia de momentos, y lo sabía porque escuchaba a Andrei llamarme preocupado, era lo único que me devolvía a la realidad. No estaba curando o mejorando, todo lo contrario, parecía que iba de mal en peor.

-Dre - lo llame en un susurro bastante bajo.

-Dime Lil - me dijo de igual manera.

-No me siento muy  bien - musite, mi voz volviéndose más débil. Él me apretó más contra si.

-Tienes que aguantar Lil, tenemos que salir de esta juntos - asentí acurrucándome más contra él, el frío estaba empezando a calar en mi.

-Hace mucho no me decías Lil - mencione.

-Y tu hace mucho que no me decías Dre - me reí recordando como habíamos llegado a ponernos esos nombres.

La diferencia de edad entre Andrei y yo no era mucho, cuando yo fui a parar a la casa de Anton tenía solo un par de meses de nacida y Andrei todavía estaba en el vientre de su mamá, en realidad él no tendría más de un mes de haber sido concebido, así que cuando nació, yo apenas iba a cumplir el año. Por lo cual al no llevarnos prácticamente nada de edad eramos muy apegados, parecíamos hermanos según lo que me contaba Anton y su Luna, también decían que a veces no podíamos dormir si no estábamos juntos, además cuando dije por primera vez su nombre no lo sabía pronunciar bien, por lo que le decía Dre, y cuando el pudo hablar solo me decía Lil, así que así se quedó. Luego crecimos y él empezó a comportarse como un idiota, lo que provoco que nos distanciáramos al punto de no aguantarnos.

Así que el origen de esos apodos en realidad es una historia linda si se pone a ver.

-Tenemos que buscar la manera de salir de aquí - tenía unas ganas de llorar que no sabía de donde salían.

-Lo sé, pero estas muy débil y parece que solo empeoras, necesitamos saber por qué - negué con la cabeza.

-No importa como yo esté, como tu dices, estoy empeorando, si no logramos salir de aquí antes de que en verdad ya no tenga nada de fuerzas, no tendremos ninguna oportunidad - le dije, él asintió.

-Intente romper los grilletes, pero son demasiados fuertes.

-Lo más seguro es que hayan sido creados para ese propósito, para retener y aguantar la fuerza que tenemos.

Andrei iba a responderme, pero el sonido de la reja de la celda abriéndose nos puso alerta, cuando lo vi entrar con ese caminar tan petulante le gruñí.

-Pero díganme si esto no es tierno - entrecerré los ojos mirándolo y sentí a Andrei apretándome - Casi no te reconocí Thalia - se enfoco en mi haciendo que me asustara - Tu aroma en aquel momento era muy diferente al de ahora - comentó.

-No sé a que te refieres - le dije molesta.

-No, por supuesto que no - sonrió, aunque su sonrisa no provoco nada bueno en mi - La primera vez que te vi me pareciste bastante familiar, solo que no recordaba de donde - pase saliva, no sé a donde iba esto y tampoco me estaba gustando.

-Lo siento, pero no te sigo - su risa fue escandalosa.

-¿Alguna vez te han dicho lo mucho que te pareces a tu madre? - eso me cayo como un balde de agua fría y si antes estaba temblando, ahora estaba temblando más.

-No lo escuches Thalia, está mintiendo - dijo Andrei en un susurro tratando de calmarme.

-En realidad no niño, no estoy mintiendo - cruzo sus manos detrás de su espalda - Aunque claro, ella no podría saberlo si nunca la conoció.

Apreté mis manos volviéndolas puños mientras trataba de esconderme de su vista. En estos momentos me sentía como una niña pequeña perdida, asustada y confusa. No entendía nada ¿Como se supone que él sabía eso? ¿De donde sacó esa información?

Eres MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora