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"Las únicas personas que están despiertas a las tres de la madrugada están enamoradas,solas,borrachas,o las tres

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"Las únicas personas que están despiertas a las tres de la madrugada están enamoradas,solas,borrachas,o las tres."
Jongin siempre recordaba a su madre murmurando esas palabras cada vez que su hermana se quejaba sobre su hijo quedándose despierto hasta horas insanas.
Jongin no creía correctas ninguna de las opciones. Su primo era un idiota y un adicto a los vídeo juegos,nada profundo se hallaba detrás de sus hábitos.
Él solía rodar los ojos ante las palabras de su madre,él habría continuado rodándolos si no fuese porque se encontraba en esa situación.
Enamorado. Solo. Y borracho.
Su vista era un borrón que aumentaba el dolor de su cabeza. Su boca sabía a mierda -Jongin nunca la había probado pero se imaginaba que así sería su sabor-gracias a los diferentes tragos que había empujado por su garganta. Pero lo peor era el dolor de su corazón.
Su estúpido,débil corazón.
Habían pasado dos semanas desde la ruptura y él continuaba siendo un desastre. Un desastre enamorado,solitario y borracho.
Él nunca había experimentado un corazón roto,así que todo eso era nuevo.
Jongin siempre bufaba cuando sus amigos entraban en ese estado de post-ruptura,con esos ojos decaídos y mirada perdida,la pérdida de interés en el mundo,pensaba que ellos exageraban-principalmente Chanyeol,quién veía algo que le recordara a su amada y se rompía en un lío sollozante. Chanyeol era otro tema-.
Él no pensaba que ese dolor que veía reflejado en sus rostros era posible.
La vida se la había devuelto muy mal.
Jongin sentía que su corazón se desangraba segundo a segundo,cada vez que bombeaba un punzante dolor recorría todo su cuerpo. Sus manos dolían por volver a tocar esa suave piel,esa piel que cada vez que sus dedos la tocaban explotaba en piel de gallina. Jongin moría por volver a escuchar esa risa tintineante,que podía sacarle sonrisas hasta en los días más oscuros. Él moría por volver a besar esos labios que lo volvían completamente loco,que lo hacían débil en las rodillas. Extrañaba mirar esos ojos brillantes y suaves,una sola mirada de esos ojos y Jongin estaría dispuesto a hacer lo que ella le pidiera,todo por esos ojos,por esa risa,por esos labios,por esa piel.
Ese preciso día,Jongin estaba bebiendo no sólo para matar el dolor,también para matar la vergüenza.
Hace unas noches,se había presentado en su casa,ebrio y sentimental,la peor combinación.
Él sabia esto porque había despertado a su lado,con el olor a lilas de su pelo revoloteando en su nariz,con sus brazos envueltos alrededor de su torso. A las horas de volver a casa confusos fragmentos habían empezado a bombardear su cabeza,hasta que todas las piezas encajaban juntas y la noche anterior volvía a su cabeza.
Él había estado bebiendo con Kyungsoo,bendito Kyungsoo quien aguantaba sus lloriqueos y dramatismos,quién arrebataba el celular de sus manos cuando la tentación de llamarla se hacía dolorosa. Kyungsoo no le había reprochado el poco entendimiento que Jongin demostraba cuando uno de ellos tenía el corazón roto. Kyungsoo entendía,los padres de Jongin tenían una linda relación,sus hermanas igual,y él solía tenerla,también.Jongin no conocía las lágrimas amargas de un corazón destrozado.
—Kyungsoo. — Jongin murmuró,arrastrando las palabras y dejando el vaso en la barra de un golpe.—¿Te he dicho que eres el mejor amigo del mundo entero?. No sé que haría sin ti,ya que n-no p-puedo viv-vir sin ell-ella y-y...— una nueva oleada de lágrimas empezó a caer y Kyungsoo suspiró,sufriendo por su amigo.
—Jongin,creo que has tenido demasiada bebida y lo mejor sería ir a casa.
—¡Pero casa es adónde está ella!.— él murmuró con un puchero tembloroso y gordas lágrimas resbalando por sus mejillas. — Y ella n-no va a dejarme e-entrar y...
Su balbuceo continuó un poco más,su llanto se cortaba de a ratos sólo para volver a atacar al descorazonado chico. El bartender lanzaba miradas llenas de compasión.
A la larga,Kyungsoo finalmente pudo convencer a Jongin de ir a casa. Tener una buena noche de sueño,poner en orden su mente,y comenzar una nueva vida que no iba a incluir a su ex novia.
—Por favor,no hagas ninguna locura,Kim Jongin. Cualquier cosa me llamas,¿si?— Kyungsoo dijo,dejando caer suavemente a su amigo en el colchón,tapándolo ligeramente con la sábana,y con una mirada desconfiada dejó la habitación.
La cabeza de Jongin era un lío,él escuchaba risas que no estaban ahí,sombras y sonidos que no pertenecían a su habitación.
Una voz llamándolo con insistencia,repitiendo su nombre una y otra vez,una y otra vez,como una plegaria.
Jongin no sabía en qué momento se había levantado de la cama. Su cuerpo se manejaba solo,no haciendo caso a su confundido cerebro.
Aire frío chocaba con sus mejillas,la piel secándose incómoda debido a las lágrimas que habían hecho su paso por allí no hace mucho.
Sus nudillos tocaban algo duro,algo que hacía un sonido hueco,y su corazón había empezado a acelerarse,a pesar de que él no estaba del todo consciente de qué estaba haciendo,de dónde se encontraba,su corazón reconocía ese lugar.
Un suave clic sonaba en el silencio de la puerta,y un lindo rostro aparecía en la vista de Jongin,casi mandándolo a sus rodillas.
—Jongin .—ella murmuró con los ojos abiertos en horror,tomando su apariencia desarreglada y ojos tan,tan rojos. Él se apoyó en el marco de la puerta con una sonrisa perezosa,ignorando el escozor de su garganta al hablar.
—Hola,jagiya.
—Joder,estás muy borracho .—ella murmuró,sin necesidad de tomar demasiado en la apariencia del chico. Ella lo conocía demasiado bien y Jongin hace mucho tiempo que no la llamaba así.— Que...¿Qué estás haciendo aquí?.
—Te he extrañado mucho,jagi.— Él gimoteó,con los ojos empezando a llenarsele de lágrimas,otra vez.La sonrisa cayendo tan rápido como había llegado¿No me has extrañado,hmm?
—Jongin,y-yo...no sé que decir.
—Dime que me extrañas y que me quieres de vuelta,p-por favor.— él empezó a hacercarse hacia ella,estirando los brazos para acercarla,para envolver su cuerpo con sus brazos,y con una nota de sorpresa,ella le dejó hacerlo.
—Jongin,no vamos a tener esta conversación cuando estás así. Ve a casa,toma una ducha y mañana hablamos,¿bien?. Ve a descansar.
—No puedo dormir —él dijo con un puchero y los ojos cristalizados,ya sentía a los sollozos intentando abrirse paso por su garganta.—No puedo dormir si no te tengo a mi lado. No he podido dormir desde que nos separamos,jagiya.
Jongin parecía un niño perdido a sus ojos. Su rostro mostraba tanta vulnerabilidad,y la destruía.
—¿P-puedo quedarme? P-por favor,jagiya. Estoy tan cansado,y te extraño tanto. Y te amo. Dios,te amo.
—Dios,Nini —ella susurró con la voz quebrada por el dolor. Ella había estado evitándolo lo más posible,después de todo ella también estaba sufriendo,mucho. Lo dejaba quedarse sólo por la vista enfrente de ella,sólo por ver a ese muchacho roto. —Sólo esta noche,¿bien? Sólo esta noche y más te vale que te recompongas y dejes de ahogarte en alcohol,Kim Jongin.
Jongin no aflojó su agarre en el cuerpo de ella mientras entraban al departamento,las paredes amarillas dolorosamente familiares. Cada adorno, brecha y espacio era familiarmente doloroso.
El aroma a lilas lo golpeó todo de golpe,cuando entraron a su habitación. Ella no iba a hacerlo dormir en el sofá,sabía que su espalda quedaba un desastre luego.
Ella lo condujo al baño,donde sacó un cepillo de dientes sin usar de un pequeño cajón. Jongin lo tomó obedientemente,y lavó sus dientes mientras ella lo observaba con cuidado.
Una vez en las sábanas,él sintió como el estrés de las últimas semanas huía de su cuerpo.
—Duerme,Nini. Estás agotado.—Ella susurró mientras se acostaba a su lado,dejando un espacio decente entre los dos.
Jongin arrastró una mano hasta tocar la de ella,entrelazando los dedos temblorosos mientras luchaba por mantener los ojos abiertos pero la sola presencia de ella lo adormecía,su cuerpo estaba tranquilo porque sabía que estaba en casa.
— Lo siento,jagiya. Y te amo.
La mañana siguiente era un recuerdo doloroso. Jongin no esperaba que ella lo aceptara con los brazos abiertos,pero aún así dolía.
— Terminamos,Jongin —ella dijo seriamente aunque sus ojos estaban inundados de dolor. —No dábamos para más,y esto es lo mejor. Ya no funcionábamos juntos,el amor no alcanzaba para mantenernos juntos. Deja de perseguir fantasmas del pasado y comienza a mirar hacia el frente. Permitete sanar.
Esas habían sido sus últimas palabras,mientras Jongin mantenía la cabeza baja,tratando de alejar las emociones.
Ella lo había despedido con un abrazo y un por favor ponte mejor,por favor no te sigas haciendo esto.
Después de todo,la ruptura había sido su culpa. Él la había dado demasiado por sentado,la veía como una presencia que siempre iba a estar ahí. Había roto demasiadas promesas,la había decepcionado mucho con palabras y acciones. La había hecho llorar. Y ahora debía atenerse a su castigo.

Él había dejado de beber un poco luego de esa visita,pero su corazón dolía demasiado como para dejar de intentar entumecerlo.
Él iba a seguir adelante.
Él iba a dejar de beber.
E iba a mejorar.
Sólo necesitaba unas semanas más para acostumbrarse a no tenerla, y él finalmente podría dejarla ir.
Jongin nunca más iba a bufar cuando sus amigos pasaran por una ruptura -ni siquiera cuando Chanyeol empezara con su rutina de escribir canciones de perdón y nuevos comienzos,acompañadas claro,con mojadas marcas de lágrimas-ni tampoco iba a dudar de las palabras de su madre nunca más.
Jongin iba a dejar de subestimar a las tres de la madrugada,él solo podía imaginar cuantos enamorados,solitarios,borrachos tenía que soportar.

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