COMIENZO

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Al fin después de dos meses recuperándome en el hospital me dan el alta, mama, papa y Carlos vienen a recogerme por la mañana, cuando salimos del hospital hay una limusina gigante esperándonos, ellos suben y luego yo un poco sorprendida, no me esperaba esto, cuando estamos subidos mama me dice que vamos hacía casa, y que me acomode que el viaje es largo ya que su domicilio está lejos, por lo visto viven en el campo, cuando me dicen eso me alegro porque me encanta el campo, ya que cuando era pequeña y mi madre aún estaba con nosotros vivíamos en una pequeña cabaña en medio del monte; durante el viaje me quedo dormida, cuando llegamos salgo de la limusina y me topo con una mansión enorme en medio de una gran pradera, en una zona no urbanizada, es realmente precioso, y el sitio donde está ubicada me recuerda vagamente al lugar donde vivía con mama y papa antes del accidente.

 – ¿Puedo? – pregunto señalando hacía el bosque – Claro cielo, pero ten cuidado – me dice mama – Descuida lo tendré – digo, me quito los zapatos y corro hacía el interior del bosque, estoy paseando mientras observo todo y recuerdo todos los buenos momentos que pase en la montaña cuando era niña, miro al suelo y veo un colgante en forma de águila, es idéntico al que me hizo mi madre y que perdí siendo una niña, lo cojo y lo acaricio, en ese momento ato cabos, yo vivía aquí cuando era niña. - ¿Qué es eso? – pregunta mama detrás de mí – Te lo explico más tarde – digo y comienzo a correr montaña arriba para ir a ver a Pedro mi mejor amigo, el me prometió que me esperaría y espero que haya cumplido su promesa - ¿Issy dónde vas? – me grita mama – A ver a Pedro no te preocupes estaré bien, conozco estas montañas como la palma de mi mano – grito para que me escuche – Esta bien cielo, ten cuidado – dice ella.

Sigo corriendo montaña arriba hasta que llego a la ladera donde está la casa de Pedro, que sigue igual que como la recordaba. – Pedro, Pedro, soy yo Issy he vuelto – grito mientras voy hacía la casa, llego y veo que la puerta está abierta entro, pero no hay nadie, - Vaya se han ido – en ese momento alguien entra – Issy, ¿eres tú? – pregunta una mujer de avanzada edad – Nieves – exclamo mientras la abrazo, ella me corresponde – Issy por todos los ángeles, estas preciosa cuanto has crecido – me dice – Tu también estás hermosa – le digo – Oh no, mi pequeña, los años han hecho mella en mí, ya no estoy hermosa – me dice – No digas eso Nieves, para mí siempre vas a estar hermosa – digo, ella sonríe – Pedro ha salido con las cabras volverá tarde – me dice – Bueno no pasa nada, subiré mañana a verle, no le diga que he llegado quiero darle una sorpresa – digo, ella asiente – Adiós Issy, hasta mañana – dice – Adiós Nives – digo, salgo de casa de Pedro feliz de pensar que me ha esperado bajo y entro a casa.

- Issy al fin llegas ¿dónde estabas? – pregunta mama

- En casa de Pedro – digo

- ¿Pedro? ¿Quién es? – pregunta – Siéntate y te explico, vamos al salón y nos sentamos en las butacas, le explico que yo viví aquí, y que tenía un buen amigo con el que crecí y he subido para verle – Que coincidencia que vivamos en el mismo lugar donde creciste ¿no? – dice mama – La verdad es que si, pero soy muy feliz por ello – digo – Me alegro angelito, y ahora sube a ver tu habitación, te va a encantar –.

Subo al piso de arriba y cuando llego veo que en la puerta del fondo hay un cartel con mi nombre, entro y miro la habitación maravillada, tiene hasta un pequeño acuario, aunque no está en funcionamiento, pero eso lo arreglare pronto, es realmente hermosa, bajo corriendo y me lanzo a los brazos de mama – Gracias por esto mama, te quiero – digo – Yo también te quiero – dice mientras me corresponde, cierro los ojos y me doy cuenta de que por primera vez en mucho tiempo soy feliz, y sonrío.

Al fin soy feliz, al fin estoy en casa...

Vuelvo a subir a mi habitación y instalo mis cosas, luego me siento en la repisa que hay encima de mi habitación a leer, de lejos se ve la casa del lago, donde vivía el abuelito cuando era niña, mañana temprano iré a ver a Pedro para ir a visitarlo – Issy vamos a cenar – dice Carlos desde la puerta de mi habitación - ¿Tan temprano? – digo – Son las nueve – me dice el – Madre mía ni me he dado cuenta, cuando leo me meto en los libros – digo divertida mientras bajo de la repisa y vamos a cenar - ¿Qué libro estabas leyendo? – pregunta Carlos – Un Burka por Amor – digo – Parece bueno, ya me lo dejaras – Claro – digo, nos sentamos en la mesa y cenamos entre risas y bromas, acabamos la cena y vamos a la sala de estar a ver la tele, mama y papa se sientan juntos en uno de los sofás y Carlos y yo en el otro, el se tapa con una manta y también me tapa a mí, luego pasa la mano por mi cintura y la acaricia – Me haces coquillas – le susurro al oído – Lo siento Issy, lo he hecho inconscientemente – dice – No pasa nada, me gusta – digo dulcemente, él sonríe y se relaja, seguimos viendo la peli acaba subo a mi habitación y me tumbo en la cama.

- Mama, ya soy feliz, ya estoy en casa – digo, imaginando que ella aún está aquí – Ya puedes descansar en paz - 

Enamorado de mi hermanastraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora