Capítulo 2.

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‘‘Quiero escuchar tu corazón latiendo esta noche, antes de que el sangrante sol vuelva a la vida,
quiero hacer lo mejor de lo que he dejado, sostente fuerte
y escuchar mi corazón latiendo una última vez, antes del amanecer.’’ 

Me quedo paralizada por un momento. Respirando con dificultad, y con mi corazón latiendo a todo pulmón. Martin. El chico que me había traicionado. Recuerdo todas esas canciones en ese piano, todo eso. Una mentira. El piano. El instrumento que me encantaba tocar desde pequeña, ese gran pedazo de blanco material que tanto amaba tocar, me lo prometí mas nunca volver a hacerlo.

—¡¿Quién mierda te crees que eres para estar aquí?! ¡Vete! —. Conocía ese sentimiento ya, el rencor. Todo acerca de Martin me disgustaba. Traté de levantarme. Pero, al parecer, estoy atada. No puedo mover ni un músculo. Estoy inmóvil. No sé que está pasando aquí. Martin se aleja un poco hacia atrás.

   —Oh, vamos, Lucy. Sé que me has extrañado. — Se ríe irónicamente. — Acaso y sabes ¿cómo has llegado aquí?

No me había puesto a pensar en ello. ¿Cómo llegue aquí? ¿Qué estoy haciendo aquí? Tantas preguntas sin responder.

—Quiero mostrarte algo. —Dijo quitándome la aguja de mi brazo. Y siento que ahora si puedo mover los músculos. Con que era eso lo que me mantenía así. Me voy moviendo poco a poco. Mi cuerpo se va relajando al igual que mi cabeza, ya no me duele tanto. Me toma de el brazo para ayudarme a levantarme. Estoy pensando en meterle un golpe. Aunque eso no sería lo más inteligente, conste que tiene una aguja con la cual me puede inmovilizar en cualquier momento.

Me aferro a su agarre y me levanto. Entrelaza sus dedos con los míos y estuve a punto de zafarme pero luego lo pensé bien. Puedo jugar con él. Presiono mis dedos con los de él y salimos de la habitación. Pasamos por unos cuantos pasillos, izquierda, derecha, derecha, no sé a donde va esto. Hasta que al final pasamos por una puerta que se me hace reconocida. Los pasillos están oscuros, no parece una casa o una clínica. Pero se me hace conocido, por alguna razón. A lo que entramos en una habitación toda oscura, me suelta la mano. ¿Qué diablos? Luego, enciende la luz, una luz con no mucha claridad, ya que el cuarto no se alumbra tan bien. Voy inspeccionando la habitación. Una mesita, una lámpara, paredes blancas, parece que les gusta mucho el blanco aquí. Y…. ese instrumento blanco que nunca pensé volver a ver.

Ese pedazo de material blanco que pensé que nunca se volvería a presentar en mi vida. El piano. Estaba situado en la esquina superior de la habitación. Cierro los ojos y me pellizco el brazo. Esto tiene que ser un sueño. Empiezo a jadear sin darme cuenta y Martin me pasa el brazo entero alrededor del cuello.

—¿Te recuerda a algo? —. Dice mientras señala a el piano. Volteo la cabeza hacia un lado, no quiero verlo. Simplemente no puedo.

—Basta… por favor.. —Sin darme cuenta empiezo a sollozar, Me prometí a mi misma jamás volver a llorar por tonterías, y menos por el piano. Y pienso en la última persona que quería saber, Harry. Martin empieza a deslizar una de sus manos por mi cadera y me asusto. Debería hacer algo, y no quedarme viendo como estúpida.

—Eres muy hermosa para él, Lucy.

—¿De qué hablas?

—Sabes muy bien de quien hablo.

Me muerdo el labio.

—Por favor, no lo hagas.

—¿El qué?

Lo vuelvo a hacer.

Para mi sorpresa, posa su muñeca derecha en mi cadera hasta la espalda y me atrae contra él. No voy a caer en su juego. —Acepta que no soy tuya.

Le digo y en ese momento lo empujo contra la pared. Le quito la aguja con la que me inmovilizó y se la entierro en el brazo. Cae de repente al suelo sin mover ni un músculo, aprovecho el momento para salir corriendo, cruzo y cruzo en cada pasillo hasta que me canso y paro. No hay salida. No encuentro ni el cuarto de clínica en el que estaba, ¿Dónde diablos me he metido? Tengo miles de cosas en la cabeza pero sólo un nombre. Me tumbo en el suelo a llorar, estoy perdida. No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!

Las luces del pasillo en donde estoy se apagan, definitivamente. Estoy perdida en la oscuridad, esperando una señal, en lugar de eso.. sólo hay silencio. Oigo pasos que vienen hacia a mí. Oh no. Me levanto lo más cuidadosamente para que no se note que voy a huir. Eso es lo que tengo que hacer. Huir.

Justo cuando estoy preparada para correr, siento que me ponen algo en la nuca. Una pistola.

—Ni te atrevas a mover un músculo. —Dice Harry. ¿Harry? ¡Harry! —. Juro que te mataré.

—No lo harías. —Digo con voz débil. Como lo soy, débil.

—¿Lucy? —. En eso se encienden la luz y estoy empapada de sudor, Harry me miro con los ojos cristalizados. Quiero llorar, pero no puedo. Soy demasiado fuerte como para mostrar dolor.

—No debí dejar que entraras en mi vida, ese fue mi primer error.

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hola chicas!! perdon por tardarme, este capitulo es corto, pero el proximo será mas largo, lo prometo. no olviden comentar y votar, love xx -Ann

breaking the rules part ll.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora