Capítulo 3.

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Las lágrimas caen por su rostro, no las puede detener. Me duele tener que verlo así. En otra vida, hubiera sido su chica. Pero no más. No es para más, pero estoy cansada de correr por alguien que no mueve un pie por mí. Me dejó sin ninguna razón, tengo derecho a hacer con él lo que quiera. Quiero irme a casa, ¿siquiera tengo un hogar?  No soy una mala persona. Pero tampoco creo que sea de las mejores.

Su cara está llena de agua, de lágrimas. Quisiera abrazarlo, su cuerpo contra el mío. Sentir su calidez, su caricia, su amor. Lo que un día fue amor, en amargura se volvió. Quiero que las cosas sean como antes. Pero el tiempo no se detiene por nadie, y yo tengo que salir adelante. Me guste o no.

—Lucy.. tanto tiempo, pensé— Se le hace un nudo en la garganta — yo..

—No digas que lo sientes porque no lo haces. — Trato de decir con toda la dignidad posible pero termino diciéndolo con un hilo en la voz, casi un sollozo. — ¿Dónde has estado todo este tiempo? ¡Cuando te necesitaba! ¡Te necesitaba más que a nadie! ¿Dónde estabas? — siento la cara húmeda y no me había dado cuenta que, desde que empecé a hablar estaba llorando.

—¡¿y crees que para mí fue muy fácil?! ¡estar todo este tiempo sin ti! —.  Traga, y respira con dificultad — Pensé que nunca despertarías..

¿Despertar?

—¿De qué diablos estás hablando? —digo —¿¡Qué mierda está pasando aquí?

Está rojo y siento que si no lo abrazo aquí, ahora mismo, lo perderé. Y no quiero eso, por supuesto que no. Aunque, aun así.. Él ya me perdió a mí. Esas noches que lloré por él, no fueron un juego. De verdad lo amaba, o lo amo. No lo sé. No sé si siente lo mismo que yo por él. Él me dejó. Y sin explicación, que fue lo peor. En los últimos años, uno o dos tal vez, me la pasé encerrada todos los días sin creer que Harry pudiera haber hecho lo que hizo. Sin embargo, aquí estoy. Pero, ¿estoy viva? Si alguien necesita una explicación ahora, soy yo.

—Lucy..

—¡Quiero saber que está pasando! ¡Ahora! —. Grito con toda la fuerza que tengo. Estoy harta de que las personas sigan ocultándome las cosas y estoy a punto de estallar.

—Te lo diré pero prométeme no enloquecer.

No puedo creer que me esté diciendo esto.

—Lo prometo. —pongo los ojos en blanco— bien, comienza.

Toma un gran suspiro y empieza:

—Ese día, el primero de abril. El día que decidí que nuestra relación terminara, todo mi culpa. No me podía permitir que siguieras sufriendo, era mejor para los dos que todo acabara.

—Nunca sufrí nada Harry.

—No, pero lo hubieras hecho si no hubiese hecho lo que hice. Y hubiese sido peor que el daño que dejé. —Tomo un segundo para pensarlo. Está diciendo que tenía que acabar nuestra relación por una razón, una razón que aun no me ha dicho —Luego de que terminara nuestra relación, tú te echaste a llorar, como nunca lo habías hecho. Pasaste casi un año sin comer lo adecuadamente, sin salir de tu habitación, sin poner un pie fuera de tu hogar. Estaba muy preocupado por ti.

breaking the rules part ll.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora