Love Me | Jensoo

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Traté de distraerme de lo que había hablado con mis padres manteniéndome ocupada, y en su mayor parte, funcionó. Fue solo a altas horas de la noche, sola en la cama, cuando pensé en cómo habían reaccionado a mi confesión y volví a pensar en sus palabras.

Después de un par de semanas, el dolor comenzó a disminuir, pero no pasó mucho tiempo antes de que una nueva angustia lo reemplazara, ya que Jisoo e Irene hicieron planes para mudarse juntas. Jisoo insistió en que no se mudaría hasta que encontrara a alguien para que ocupara su lugar, así que no me dejaron sola pagando el alquiler completo. Si bien me gustó saber que no me quedaría en la quiebra financiera, no disminuyó el dolor de sentir que la perdía.

Todavía no le había confesado que la amaba, sabiendo que todo lo que dijera o hiciera haría las cosas incómodas. Ella siempre sería mi mejor amiga, y su felicidad significaba todo para mí. Solo esperaba que, una vez que no viviéramos juntas, mis sentimientos por ella volvieran a ser puramente platónicos.

A pesar de que Jisoo estaba envuelta con Irene y la mudanza, pasando gran parte de su tiempo en la casa de su novia mientras redecoraban y preparaban la casa, ella aún hacía el esfuerzo de pasar el rato conmigo tanto como podía, intentando no descuidar nuestra amistad.

Una noche, después del trabajo, estábamos en casa compartiendo comida rápida, mirando basura en la televisión y revisando a las personas que habían solicitado alquilar la antigua habitación de Jisoo.

"Este tipo parece estar bien", dijo Jisoo, pasándome una aplicación. "Él también trabaja turnos y no fuma".

Eché un vistazo a la aplicación. En el papel, él era perfecto. Las referencias brillantes, parecían compatibles conmigo, y no parecía un psicópata.

Le devolví la hoja de papel y me encogí de hombros. "Supongo."

"Vamos Jen. Me mudaré con Irene, no me iré a otro país. Todavía podemos pasar tiempo juntas".

"Lo sé, y no estoy tratando de hacerte sentir mal. Simplemente no encuentro una conexión con ninguno de estos solicitantes. Era diferente con nosotras, ya éramos amigas antes de mudarnos juntas".

"Lo entiendo. ¿Tal vez hay alguien en el trabajo buscando un lugar para alquilar?"

Suspiré. "Nah, he preguntado por ahí y no hay nada".

"Está bien, me quedaré aquí un poco más hasta que encuentres a alguien con quien hacer clic".

Jisoo empujó su última porción de pizza hacia mi lado de la caja, y alcanzó el rollo de cocina para limpiarse la grasa de sus manos.

"No puedo pedirte que hagas eso. No después de que tú e Irene pasaran todo ese tiempo decorando. Tendré que aguantarlo. Estoy segura de que una vez que alguien se mude y lo conozca, no será tan malo".

Jisoo sonrió, pero no llegó a sus ojos.

No se dijo nada más sobre posibles nuevos compañeros de piso, y pasamos el resto de la noche en silencio, mientras miramos la televisión, ambas absortas en nuestros propios pensamientos.

Observé a Jisoo con el rabillo del ojo, y parecía distraída. Aunque no recibió ningún mensaje de texto, siguió revisando su teléfono cada cinco minutos. Eventualmente, anunció que se iría a la cama, lo cual era muy raro en Jisoo, quien nunca se acostaba antes que yo.

Como no quería quedarme sola, apagué el televisor y me fui a la cama. Tenía un turno temprano a la mañana siguiente, y unas pocas horas de sueño adicional serían geniales.

Pero mientras estaba en la cama, tratando de relajarme, no pude desconectar mi cerebro.

'Nadie puede reemplazar a Jisoo como compañera de piso', pensé. 'O como un mejor amiga. O en mi corazón'.

Quería decirle cómo me sentía. Quería hacer un último intento para hacerla cambiar de idea, pero sabía que no podía. No importaba que ella hubiera dicho que podríamos tener algo bajo diferentes circunstancias, y no importaba cuánto creyera que Irene no era adecuada para ella, esa no era mi decisión. Quería que ella me eligiera porque quería estar conmigo, no porque de alguna manera la obligara a hacerlo diciéndole que la amaba.

Quizás que ella se mudara era lo mejor. Entonces podríamos avanzar y ser felices con nuestras vidas.

◇•◇•◇

El fatídico día en que se suponía que Jisoo debía mudarse con Irene finalmente llegó, y nuestro piso estaba lleno de cajas. A pesar de que todavía no había encontrado un nuevo compañero de piso, insistí en que Jisoo se mudara. No era justo que ellas esperaran solo porque estaba siendo egoísta, y también esperaba que una vez que Jisoo finalmente se fuera, comenzaría a superarla.

"Regresaré en diez", dijo Irene, mientras llevaba una caja de libros a su auto. "¿Ya preparaste el siguiente lote?"

"Sí", respondió Jisoo desde el dormitorio, donde estaba empacando sus últimas cosas. Cuando terminé de dividir su porción de vajilla y utensilios de cocina, me dirigí al dormitorio para darle una mano.

"Mira lo que encontré detrás de la estantería", dijo Jisoo cuando entré en la habitación. Estaba sosteniendo una pancarta gigante dedicada a su grupo favorito, que nos habíamos pasado horas haciendo, para que pudiéramos llevarla al concierto con nosotras.

"Fue un gran fin de semana". Sonreí al recordarnos compartiendo una carpa, bailando con la música que nos gustaba, y quedándonos despiertas toda la noche hablando de cualquier cosa. Miré a Jisoo y vi que tenía lágrimas en los ojos. "No llores. Podemos hacerlo de nuevo en algún momento".

Ella se secó los ojos con la manga. "No es eso".

"¿Qué es entonces?" Me dejé caer al suelo; no había ningún otro lugar donde sentarse ya que su cama ya había sido trasladada, y le hice señas para que se uniera a mí.

Se sentó frente a mí, inclinando la cabeza hacia delante para que no pudiera ver su rostro, y comenzó a llorar.

"Jisoo, ¿qué sucede? Cualquier cosa que te esté pasando, puedes contármelo".

Ella me miró, sus lágrimas caían causando que el rímel manche sus mejillas. "Fue ese fin de semana de concierto cuando me enamoré de ti. Solo que eras heterosexual, y pensé que nunca pasaría nada entre nosotras. Entonces conocí a Irene, y bueno, pensé que te había superado. Hasta que me dijiste que sentías algo por mí y lo cambiaste todo".