Love Me | Jensoo

12

Me senté en silencio, mirando a Jisoo. Mi mirada se rehusó a abandonar la suya y mis ojos se negaron a parpadear.

"¿Estabas enamorada de mí?" Mi voz salió como un susurro sin aliento, mientras mi corazón latía con fuerza.

"Lo estaba... y todavía lo estoy... no sé. Estoy tan confundida."

"¿Pero qué hay de Irene? Te estás mudando con ella".

Jisoo se pasó las manos por el pelo. "Lo sé, y me importa ella. Pero no es lo mismo que siento por ti".

Dejé escapar un suspiro. "¿Por qué... por qué no me dijiste esto cuando te dije cómo me sentía?"

"Porque tenía miedo y porque me sentía culpable. Estaba preocupada de que cambies de opinión. Que decidieras que solo te gustaban los chicos. Y me sentí mal por siempre decirle a Irene qur tome nuestra relación más en serio. Ella realmente ha estado intentando. ¿Cómo puedo restregarle eso a la cara?"

"¿Y ahora?" Mi corazón se aceleró. No quería esperar cuando sabía que había muchas posibilidades de que aún pudiera elegir a Irene. Pero, ¡mierda! ¿Ella estaba enamorada de mí?

"Y ahora esto es demasiado. ¿Qué pasa si empezamos a salir y cambias de opinión? ¿Qué pasa si arruinamos nuestra amistad? ¿Qué pasa si me mudo con Irene y cometo el mayor error de mi vida?"

"¿Y que pasa si yo también estoy enamorada de ti?"

Jisoo arrugó la frente y tragó saliva. "¿Qué?"

"Lo estoy. Cuando mis padres comenzaron a hablar sobre establecerme y tener una familia, me estaba imaginando un futuro contigo. Esto no es solo un amor platónico, o una fase para mí. Estoy enamorada de ti. Quiero estar contigo y ver a dónde va esto".

Jisoo arrastró los pies hacia adelante, para que nuestras rodillas se tocasen, e inclinó su cabeza hacia mí. Suave como alas de mariposa, sus labios rozaron los míos, y sus manos se alzaron para cubrirme la cara. Mis dedos bailaron a través de su cabello, acariciando sus suaves trenzas, haciendo que el aroma de su champú de fresa flotara a nuestro alrededor.

"Yo también quiero eso", dijo, su voz era un susurro entrecortado. "Pero necesito hacer esto correctamente. No podemos comenzar algo hasta que haya terminado con Irene ".

"Entiendo. ¿Qué le dirás?"

"Que he cambiado de opinión. No puedo contarle sobre nosotras, necesitaremos mantenerlo en silencio por ahora, o causará demasiados problemas".

"Sí, eso tiene sentido. Especialmente porque el noventa por ciento de tus cosas están en su casa".

Se mordió el labio inferior, mientras inconscientemente jugaba con un hilo suelto en el dobladillo de su camiseta.

"Si dudas, lo entenderé. Sé que te preocupas por Irene también".

"Me preocupo por ella, pero me preocupo más por ti, y sé que me arrepentiré si al menos no lo intentamos".

Suspiré y presioné mi frente contra la de ella. "Saldré de aquí, y les daré un poco de espacio".

"Gracias. Te enviaré un mensaje de texto cuando sea seguro volver ". La tentación de besarla otra vez fue fuerte, pero recordando lo que ella había dicho sobre hacer las cosas correctamente, me resistí y me puse de pie.

Me dirigí a la puerta justo cuando escuchamos que un automóvil se detenía afuera.

Le di una sonrisa tranquilizadora. "Todo va a estar bien. Quizás ella te sorprenda y sea más comprensiva de lo que piensas".

Agarré mi abrigo, llaves y teléfono, y estaba entrando por la puerta cuando Irene llegó. "¿Está todo bien?", preguntó.

"Yo... emm... sí. Solo tengo que salir un poco. Jisoo está en su habitación ".

Irene asintió y caminó por el pasillo, así que cerré la puerta principal detrás de mí y comencé a caminar. No quería estar cerca de la casa cuando Jisoo se lo contara.

Sin siquiera pensar a dónde iba, mis pies me llevaron al pub, y decidí tomar una copa tranquila mientras esperaba que Jisoo e Irene terminaran de hablar. Pedí una botella de cerveza y me acomodé en una esquina, lejos de todos los demás, hojeando un periódico que alguien había dejado atrás.

Casi cuarenta y cinco minutos después, las puertas se abrieron e Irene entró furiosa. Examinó el lugar y, cuando me vio, se acercó.

"Todo esto es tu culpa", dijo, el volumen de su voz atrajo la atención de los otros clientes. "Nunca me has caído bien".

Tratando de mantener el tono firme, dije: "¿Te parece que Jisoo es el tipo de persona que deja a alguien sólo porque otro se lo diga?"

"La has puesto en mi contra. Se que lo has hecho. ¿Por qué si no estaría lista para mudarse conmigo un minuto, y dejándome al siguiente?"

"Estoy segura de que tiene sus razones. ¿Te molestaste en hablar con ella?"

La nariz de Irene estaba inflamada. "Por supuesto que hablamos. Pero no me creo su excusa de mierda de que simplemente no ve un futuro para nosotras. Obviamente vio un futuro para nosotras mientras estábamos decorando y planeando nuestras vidas juntas".

Mi estómago se estremeció, y evité su mirada. Desde su punto de vista, todo iba bien hasta antes de que ella se fuera con los libros, y ahora Jisoo había cambiado de opinión. Pude entender por qué estaba enojada. Pero si ella no quería aceptar el razonamiento de Jisoo, ¿qué más podría hacer? No iba a romper mi promesa, y admitir que era porque teníamos sentimientos la una por la otra.

"Nunca le dije que terminara las cosas contigo". No es la verdad completa, pero tampoco una mentira. "Lo siento, no ha funcionado. Pero si Jisoo ha cambiado de opinión, eso es todo. Gritarme no cambiará nada".

Los ojos de Irene se apagaron y se desplomó en la silla frente a mí. "Me quedaré aquí y quiero que te alejes de mi vista", dijo. "Dile a Jisoo que use la llave de repuesto que le di para entrar en mi casa y buscar todas sus cosas. Todo lo que aún esté allí mañana, lo llevaré al basurero".

"¿Vas a estar bien?"

"¿Que te importa?"

"Sé que nunca fuimos amigas, pero no me gusta ver a la gente sufrir."

"Vete a la mierda, Jennie. No te importa un comino. Así que, ¿por qué no vuelves corriendo hacia Jisoo como la buena niña que eres y me dejas beber en paz?"

No tenía sentido discutir. Aunque odiaba ver a alguien molesto, había muy poco que pudiera hacer para consolarla, y sabía que Jisoo me necesitaría más. Sin decir una palabra, salí del pub y volví a casa.