– ¿Falta mucho para llegar?– preguntó Lily a sus padres desde el asiento trasero.
– Tan solo 5 minutos, amor.– le contestó Ginny.
– ¡Pero eso me dijiste hace 10 minutos!– reclamó la niña haciendo puchero y cruzándose de brazos.
– Pues hace 10 minutos también faltaban 5 minutos.– le dijo su madre.
– ¡Eso no tiene sentido!– se quejó Lily.
Albus rodó los ojos. Su hermana era igual de insoportable en todos los viajes y lo ponía de muy mal humor. Era irónico. El día en que más feliz debía estar, se la estaba pasando horrible. Primero, seguía decepcionado con James por lo que había dicho el día anterior. Él, que siempre lo había admirado, ahora lo lastimaba de esa forma. Segundo, su preocupación por la selección había aumentado desde el día anterior y no hacía más que morderse las uñas. Era inaguantable.
Por otro lado, James había notado el estado nervioso de su hermano y solo lo hacía sentirse más culpable. Durante la mañana había intentado hablar con él múltiples veces pero Albus lo ignoraba. Y James podía entender sus razones para estar enfadado, porque realmente había metido la pata. Pero no se rendiría, perseguiría a su hermano hasta que lo perdonara.
– ¿Y a ustedes dos que les pasa?– les preguntó su padre. – Suelen hablar mucho en los viajes pero hoy no se han dirigido la palabra.–
– No lo se, ¿por qué no le preguntas a James?– respondió Albus.
Harry dirigió la mirada a su hijo mayor por el espejo retrovisor. James no tardo en devolverle la mirada pero se cruzó de brazos mostrando que no estaba dispuesto a explicar lo que sucedía. Harry no tuvo más remedio que dar como terminada la conversación allí y continuar conduciendo hacia King's Cross.
Lily observó a sus hermanos preocupada. Ellos solían ser muy unidos, y que no se hablaran indicaba que algo grave había pasado. Su mente entonces comenzó a idear un plan para unirlos de vuelta.
Durante el resto del viaje, Lily no volvió a pronunciar palabra y esto hacía sospechar a sus hermanos mayores. La conocían tan bien como para saber que aquel silencio significaba que se traía algo entre manos y que deberían estar atentos.
Finalmente, arribaron King's Cross y los tres niños bajaron del coche en completo silencio, bajo la atenta y confundida mirada de sus padres. James y Albus tomaron sus carros, cada uno con sus respectivas pertenencias, y emprendieron camino hacia el andén 9 3/4. Lily los seguía detrás de la mano de su madre y Harry caminaba atrás de todos.
Ese día King's Cross parecía especialmente llena. La gente se movía rápido, esquivándose unos a otros, la mayoría sin siquiera fijarse por donde iban debido a los teléfonos móviles que utilizaban como hipnotizados. James logro divisar a algún que otro compañero, también equipado con un carro y acompañado por su familia. Los magos presentes los miraban emocionados y cuchicheaban cada vez que pasaban por su lado, señalándolos de vez en cuando sin ninguna clase de disimulo.
– Fíjense si encuentran a alguno de sus primos.– les dijo Ginny a los niños, ignorando como siempre las miradas que recibían, y ellos asintieron en respuesta.
Poniéndose de puntillas y estirando sus cabezas para poder ver a través de la multitud, comenzaron su búsqueda. Vieron muchos pelirrojos pero ninguno con la marca Weasley. Pronto ya habían llegado frente a la entrada de la estación y no habían hallado rastro de sus primos.
ESTÁS LEYENDO
Harry Potter y el regreso mortífago [Libro 1- Serie: "Cicatrices del pasado"]
FanfictionCuando luego de 22 años los mortífagos vuelven para buscar venganza, Harry Potter y sus amigos deberán enfrentarlos a la vez que confrontan sus problemas personales. Mientras tanto, en Hogwarts, la nueva generación se mete en más problemas que todos...