Después de unos minutos ambos regresamos a ver las películas, nadie mencionó nada sobre nuestra desaparición por unos largos minutos.
Después de otras horas viendo películas nos dimos por vencidos ante el miedo de la película que veíamos.
Harry fue el primero en ponerse de pie, apagó la televisión y nos miró con una pequeña y arrogante sonrisa en su rostro.
– Ha sido divertido, pero creo que es hora de irme. – dijo entre un pequeño bostezo. – Muchas felicidades, linda amiga de Holly.
– Gracias. – le sonrió ella. – ¿Harry?
– A tus órdenes, preciosa. – asintió Harry guiñándole un ojo. – Descansen.
– Yo también me voy. – dijo Patrick estirando sus brazos con pereza. – Muero de sueño.
– Yo igual. – dijo Demian mirándome. – Nos vemos mañana.
Los tres salieron por la puerta despidiéndose amablemente de Giana.
Miré como los primos Lawrey hablaban en voz baja, al parecer algo estaba pasando.
– Nosotros también nos vamos. – dijo Adrien.
– Esta bien, nos vemos mañana. – sonreí a ambos.
– ¿Irás ya a tu casa? – preguntó Alex curioso.
– Si, en unos minutos más. – dije sonriéndole. – No te preocupes.
– Buenas noches y felicidades Giana. – se despidió seriamente Adrien jalando a su primo del brazo.
– Hasta mañana chicos. – dije despidiéndome de ellos.
Alex se acercó a mi amiga y sacó de su bolsillo una pequeña caja color rosa con un lazo dorado. Algo tímido se acercó a Giana y le extendió el obsequio.
– Los cinco nos dividimos el dinero para comprarte algo. – comenzó bajando la mirada apenado. – Esperamos que te gusten.
– Gracias, Alex. – dijo ella enserio impresionada.
– Feliz cumpleaños. – dijo Adrien seriamente. – Hasta mañana tómate.
Ambos se fueron rápidamente cerrando la puerta. Mi amiga y yo nos miramos confundidas por lo que acababa de pasar.
Ella abrió rápidamente la caja y se encontró con un collar de oro, se veía hermoso, junto a él había unos pendientes iguales que hacían juego. Además de un brazalete con el nombre de mi mejor amiga.
– Dios. – dijo ella asombrada. – Es hermoso.
– Wow. – sonreí mirándola. – Te dije que eran lindos.
– Al principio creí que mi cumpleaños se había arruinado, pero la verdad es que me la pasé muy bien. – admitió feliz. – Fue uno de los mejores cumpleaños.
– Me alegra escuchar eso. – sonreí. – Pero no has abierto mi regalo todavía.
– ¡Cierto! – dijo ella corriendo a donde había dejado los regalos.
Al abrir el mío se topó con la bolsa que tanto había querido por semanas. Fue difícil comprarla pues era algo cara, pero valió la pena.
Dentro había muchas cartas que yo le había escrito y un pequeño peluche.
Ella me abrazó feliz y repitió más de cinco veces que ese había sido su mejor cumpleaños.
Después de verla modelar su bolso, me despedí para caminar devuelta a casa. Miré en mi celular la hora, ya era pasada la media noche.
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Notas Suicidas
Novela JuvenilUn alma destrozada y herida es capaz de pensar muchas cosas hirientes y puede llegar a cometer errores. Planear su suicidio no es nada sencillo, mucho menos si no se quiere levantar sospechas. Holly, una chica común encuentra por cuestiones del dest...