Capítulo 9. Decisiones

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En la mañana cuando me desperté, me sentía terrible. Tenía un fuerte dolor de cabeza y mi nariz me correaba a más no poder.

Para cuando llegué a la escuela el dolor era más que insoportable, parecía que el medicamento que me había tomado no servía de mucho.

No había visto a ninguno de los chicos por lo que supuse que estarían bajo el árbol como todos los días.

Pero no fue así, no los encontraba por ningún lado. Cansada y adolorida, me senté recargada en el tronco del árbol y desdoblé la nota pasada. Aquella que el día de ayer no pude leer a causa de todo el lío que habíamos tenido.

Al mirar la letra fuertemente remarcada y la rapidez con la que fue escrita, supe que no era nada bueno.

"Ya no puedo más.

Me siento muy infeliz, esta vida no es más que sufrimiento y maltratos sin fin.
Las marcas en mi cuerpo son cada vez más evidentes y no lo puedo ocultar más.
Duelen.
Mi padre ha hecho de mi cuerpo un manojo de moretones y cortadas que yo jamás quise en él.
Me odio. Odio verme en el espejo todos los días y deseo acabar con esto de una buena vez.

Extraño los días en los que todo era muy diferente, en los que podía sonreír y descansar. Gozar de los pequeños momentos de mi vida y ser como cualquier otro chico.

Pero no lo soy. Nadie me ve como algo común, las chicas en mi escuela me tratan como un bicho raro, como si fuera un alienígena de otro planeta o como si tuviera alguna enfermedad contagiosa.

No quiero ser una víctima, jamás he querido sentirme como una, pero por más que me esfuerzo en cambiarlo, parece empeorar cada vez que lo hago.

Lamento que tengas que leer esto con mi horrible letra, pero justo ahora no me encuentro bien. Apenas llegué a casa encontré a papá esperándome para desahogarse de un mal día.

Yo tuve que pagar las consecuencias de que en su trabajo le haya ido mal.

Yo no pedí ser su hijo, no pedí ser así. ¿Por qué todo el mundo se empeña en agredirme a causa del cómo me ven, si ni siquiera saben lo que pasa día con día?

Sólo hay una chica que se preocupa por mi sinceramente y tengo miedo de herirla con mis decisiones. Sé que ella estará mucho mejor sin mí, creo que comienza a sospechar, pero tal vez sea un error mío.

Es un ángel que me da luz entre tanta oscuridad y no pienso desaprovechar ni un sólo momento de su compañía.

Ojalá tu tengas a una persona igual, que no te sientas tan infeliz como yo y que algún día, si llegas a saber quién soy. Vayas a mi velorio. Ahí nos conoceremos.

Hasta luego, querido lector. Gracias por seguir leyendo.

Atte. Suicida. "

Lágrimas caían por mis mejillas sin parar. Aquel chico necesita ayuda urgentemente, necesitaba amor.

A lo lejos vi como los chicos, todos juntos caminaban a la escuela, pero en ningún momento se giraron para mirarme. Supuse que tendrían prisa, pero aún teníamos tiempo de sobra para entrar a clases.

Me puse de pie y guardé la nota en mi mochila, corrí para alcanzarles y cuando estuve a su lado, ninguno dijo nada.

- Hola chicos. - les saludé como todos los días. - ¿Pasa algo?

Sus miradas estaban lejos de la mía, cada uno caminaba seriamente y ni siquiera me miraban. ¿Qué estaba pasando?

- ¿Chicos? - los llamé una vez que se detuvieron para sacar sus cosas de los casilleros. -¿Qué ocurre?

Notas SuicidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora