Capítulo 23

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Fernanda (________)

Estaba hablando con Manu para ver si podíamos ir a dar una vuelta pero por el teléfono se escuchó un estruendo, después Manu desapareció de la línea y se escuchaba muy poco de lo que pasaba afuera.

- hablamos en otro momento, debo ayudar al niño a pararse -dijo por último y colgó

Dejé el celular tirado en la cama y fui a molestar a mi prima para salir, me sentía encerrada y mis papás como siempre nunca estaban, era algo molesto más que triste.

- Vicky vamos a dar una vuelta por favor -suplique desde el marco de la puerta- si quieres vamos a donde tú quieras, eso si, sin hombres

- Tengo sueño, prefiero dormir -se tapó con el cubrecama

- me voy sola -dije sin importancia- si me raptan te culpo a ti

- No creo, tus papás no tienen tanta suerte -se mato de la risa

- Te odio -le tire una revista- adiós

- Ay no te enojes -la escuche gritar- pequeña yo te quiero, tengo sueño, pero cumpliré tu capricho, vamos a comer algo o a dar una vuelta

- Gracias -sonrei con autosuficiencia- quiero ver una película, distraerme, me aburro

- Si no te aburrieras pensaría que estás enferma. Dejame ponerme algo cómodo y te alcanzó, alista el auto

Baje al garage y busqué las llaves en el cajón del mueble que había allí. Encendí el auto y luego apareció Vicky que al verme me sonrió y me boto del volante. No proteste, no valía la pena. Decidimos ir a ver una película y de paso ir a alguna tienda de libros en general o ropa en última instancia.

(...)

Cuando llegamos en el buzón había una carta, la tome y entramos a la casa, al llegar al comedor Vicky se acercó detrás mío.

- ¿Y eso? ¿De la empresa?

- Deja de respirar en mi oreja -me rei- es una invitación de esas fiestas con protocolo, se nota de lejos, seguro es algún compromiso o algo relacionado con empresas ¿me acompañas?


- ¿Iras? -me miro incrédula. La mire con cara de pocos amigos y asentí- como siempre te quejas quiero ver que tan malas o aburridas son, anotame ahí, esta vez no te dejare sola

- Dios me ha escuchado -rei- vamos a ponernos una ropa más cómoda y vemos una película en mi habitación, hasta que lleguen mis papás

- ¿Los señores de limpieza?

- Día libre -me encogí de hombros- como verás aquí son vivimos tres miserables pelagatos -me mate de la risa- no desordenamos ni ensuciamos mucho. Prácticamente los señores de limpieza no sufren

- Okey haz palomitas y yo consigo pizza -me sonrió- ¡Ah! Tengo una noticia para ti. Aunque no se si te vaya a gustar -la mire pidiendo que continúe- me dijeron que Juan está acá con su familia

- ¿Le aplaudo? -me eche a reir- no me importa mucho, no arruines mi bella velada. Aún no

- Eres mala -solto una risita

(...)

Unos días después...

- ¿Vieron mi abrigo? -decia mi mamá mientras se colocaba un arete

Cautivada Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora