Capítulo 11

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Narra Jamie

Cuando Wilbur y yo entramos a casa y fuimos a la sala lo primero que vimos fue a un muy confundido Hiro, a la pelirroja de la cafetería mirando a un muy sonriente Hiccup de forma homicida y el último de lo más casual en el sofá de la sala.

-¡¿Podrías largarte y dejarnos trabajar?!- dijo la pelirroja frunciendo el ceño y con la cara roja probablemente de la ira. Su acento se marcaba más cuando estaba molesta y justo en este momento era MUY marcado.

-Ya te lo dije muñeca, esta es mi casa y me quedo aquí si quiero- le contraatacó nuestro amigo castaño subiendo los pies a la mesa de centro justo arriba de los cuadernos y libros de Hiro.

-No me hagas herirte- entre cerró mas sus ojos azules amenazante.

-Merida si quieres podemos ir a la cocina o a mi cuarto para concentrarnos- dijo Hiro tratando de calmar a la pelirroja o "Merida" mientras ponía una mano en el hombro de la pelirroja haciendo que esta tomara un profundo respiro.

-¿Sabes qué? Tienes razón- Merida levantó la mano encendiéndola en llamas y de ahí lanzó una bola de fuego al reproductor de música que estaba justo al lado de Hiccup haciéndolo sobresaltar. -Arreglalo-

-¡¿Acaso estás loca?!- preguntaron Hiro e Hiccup al mismo tiempo exaltados por la acción.

-¿Cómo arreglaré esto? ¡Está completamente destruido!- exclamó tú Hiro mirando a la pelirroja con angustia mientras señalaba al aparato.

-¿Cómo se te ocurre lanzarme eso? ¿Qué tal si me hubiera dado?- preguntó Hiccup molesto apuntándola con el dedo índice levantándose del sofá.

-En primera te diré que soy una firme creyente de que la práctica hace al maestro y en segunda no seas llorón era una bola pequeña, lo mas que te habría hecho seria quemarte la ropa-

-¿Y eso te parece poco? ¡Mira lo que tu "pequeña" bola de fuego hizo!- exclamó Hiccup apuntando al reproductor de música aún en llamas.

Wilbur y yo nos miramos al mismo tiempo, yo me teletransporté a la cocina, tomé el extintor y regresé a la sala a apagar el reproductor. Todo esto mientras que Hiccup y la pelirroja seguían peleando.

-¿Qué está pasando aquí?- preguntó Wilbur haciendo que la ojiazul y el ojiverde voltearan a verlo para después seguir discutiendo ignorando su presencia.

-Chicos, ella es Merida mi tutora- presentó mi amigo japonés a la pelirroja que aun peleaba con Hiccup. -Digamos que Hiccup y ella tienen sus diferencias.-

Wilbur asintió aun un poco confundido, mientras que yo empezaba a apagar el reproductor con el extintor.

-¡¿Sabes qué? Eres una mujer muy complicada!- escuché gritar a Hiccup exasperado mientras se tomaba del cabello.

-¡Y tu un grandísimo idiota! Ahora si me disculpas tengo que continuar con mi tutoría así que desde ahora te ignoraré- la pelirroja, Merida, se volteo hacia Hiro. -Ahora Hamada quiero que te relajes, respires y armes el reproductor-

Hiro tragó con dificultad y miró hacia donde estaba el reproductor de música recién apagado para luego voltear a vernos.

-¡Vamos viejo, puedes hacerlo!- le sonreí al mismo tiempo que Wilbur levantaba el pulgar.

Hiro respiró hondo y miró con determinación el aparato para luego pasar su mano por encima de este haciendo que las piezas flotaran hacia sus respectivos lugares, que cables se conectaran y que gran parte del reproductor se arreglara. Pero después Hiro dejo de arreglarlo y se hizo para atrás jadeando.

-¿Ves? Te dije que es imposible arreglarlo de una sola vez.- dijo el japonés aun tratando de recuperar el aliento y mirando Merida con cara de rendición.

Internado Control De PoderesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora