Capitulo 15 (Parte 2/2)

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Narra Wilbur
-Todo fue tu culpa- me dijo Hiro quitando lo que quedaba de ensalada de su chaqueta.

-Yo solo estaba tratando de quitarte esa marca de labial de la mejilla, tú fuiste el que se puso violento y no tuve de otra más que defenderme- me excuse, era evidente que solo quería molestarlo pero nunca imaginé que termináramos de tal manera.

Justo llegábamos del restaurante y decir que Hiro y yo apestábamos era decirlo de forma gentil, olíamos a vinagreta y grasa. Entrábamos por el porche cuando vimos a un chico esperando ahí sentado en uno de los escalones de la entrada con una maleta vieja y una bolsa militar a su lado. Tenía el ceño fruncido y una mirada de pocos amigos en su cara, un papel arrugado en la mano y el celular en la otra.

-Eh...¿hola?- preguntó Jamie confuso.

El chico levantó la mirada y saludó con un movimiento de cabeza.

-¿Ustedes viven aquí?- nos preguntó con una voz gruesa señalando con la cabeza a la casa. Mientras se ponía de pie vimos que era más alto que nosotros y daba auras de chico malo.

-¿Si?- respondió Hiro en una voz chillona, que luego trato de arreglar aclarándose la garganta. -Lamentamos si los chicos te robaron a tu novia o algo así y la verdad no tenemos nada que ver-

Jamie y yo lo volteamos a ver con cara de sorprendida y levantándole una ceja, regresando la mirada al chico decidimos ponernos derechos tratando de parecer más intimidantes. El chico nos miró de pies a cabeza y luego soltó una pequeña risa burlona mientras se acomodaba el cabello castaño.

-Seguro, vine hasta acá a golpearlos porque "los chicos" me quitaron la novia- dijo con sarcasmo rascándose una pequeña cicatriz bajo su ojo derecho, se agachó a tomar su bolso militar y poniéndolo sobre su hombro -Las maletas son para apoyo emocional-

Bajo las escaleras y nos extendió el papel arrugado que al parecer era una carta por parte de la escuela.

-Soy Jim, Jim Hawkins. Su nuevo compañero- se presentó.

[...]
Tras pasar a la casa nos dimos cuenta de que Jim era un hombre de pocas palabras. Y que era lo que muchos llaman, malas noticias.

-¿Y porque llegas hasta ahora?- pregunte mientras le mostraba la que sería su nueva habitación, que por suerte estaba al lado de la mía, nótese el sarcasmo.

-Estaba en un reformatorio pero salí por buena conducta así que henos aquí- me mencionó ojeando la habitación.

-¿Y porque te encerraron?- le pregunté recargándome en la puerta y cruzándome de brazos.

-Por golpear a un preguntón- me respondió dejando sus cosas en la cama.

-Ja, ja- fingí una risa, y luego lo observé viéndome. -Es una broma, ¿no?-

-Sí, claro que lo es- me dijo dándome la espalda empezando a sacar sus cosas de la maleta.

-¿Y qué me cuentas de tu vida?- comencé de nuevo, tratando de alivianar la incómoda tensión que había en el aire.

-Mira...- suspiro como cansancio. -Agradezco la atención pero fue un día largo y cansado para mi así que si no te molesta...-

Simplemente asentí y me separé de la puerta dándole espacio, me di la vuelta y empecé a bajar las escaleras soltando aire cuando escuché el portazo.

-¿Qué tal todo?- me preguntaron los chicos una vez ya abajo.

-Es de pocas palabras y poca paciencia al parecer- mencione levantándome de hombros. -Por el momento no quiere que lo molesten y por mi bien-

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⏰ Última actualización: Jun 27, 2023 ⏰

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