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Miraba melancólico su guitarra rota, aún seguia sin entender qué hacia mal, lo único que habia hecho era decirle a su padre que su más grande sueño era ser un músico. Sabia que él queria que se convirtiera en doctor pero pensó, que si tal vez le dijera la verdad, sólo lo apoyaria, como cualquier padre amoroso lo haria, pero como siempre...

Su padre no fue amoroso.

Su ojo aún dolia, pero dolia más el recordar como su padre ponia su puño en su rostro, tirandolo al suelo mientras su madre comenzaba a sollozar por el miedo de ser la siguiente, después de eso todo fue tan rápido y confuso, aún no sabe cómo logró llegar a aquel callejón, en donde sabia muy bien que sus lamentos y lloriqueos no serian escuchados porque, se sentirá fatal, pero su orgullo no se lo quita nadie.

-¡Ernesto! Aqui estabas condenado, te estuve buscando por todas partes, pensé que la huesuda de llevó.

Ernesto volteó a ver al niño que lo llamaba, era Héctor, su mejor amigo desde que eran pequeños, ellos siempre andaban juntos, compartian su juguetes y por las tardes jugaban futbol, hacian travesuras a sus vecinos y juntos se metian en problemas, además los dos compartian el mismo amor por la música, era imposible decir que ellos no eran los mejores amigos.

Héctor se fue acercando a Ernesto alegremente pero al notar el moretón en su ojo izquierdo y su guitarra rota su expresión de felicidad se volvio una de preocupación, no podia creer que lo miraria de esa manera, ni en las peleas donde se agarrraban con los chicos del vencindario se ponia asi. Ernesto siempre fue bueno para defenderse solo, incluso cuando cuando el se metia en problemas, Ernesto lo ayudaba a pelear con los demás.

Entre más se acercaba Héctor, Ernesto tomaba una mirada algo asustada, casi estando en shock y se alejaba lentamente sin pararse del piso.

-V-vete, dejame solo.
-Ernesto ¿Qué te pasó? ¿Estas bien? Dejame ayudarte...
-¡No!

Ernesto enfurecido se levantó de su lugar y empujó a Héctor, este ya en el suelo miró con preocupación y algo de susto a Ernesto.

-Y-yo, lo siento Héctor, no quise...-
-N-no importa, fue mi culpa, no debí meterme en lo que no me importa.- Héctor comenzó a llorar tambien. 

¿Miedo?

¿Preocupación?

¿Desconfianza?

¿Culpa?

Nisiquiera entendia porqué lloraba.

-Encerio, perdón Héctor, no es tu culpa, mi padre siempre ha sido un malnacido, te prometo mi amigo, nunca haré que vuelvas a llorar.
-¿Lo prometes?
-Con el corazón Héctor, con el corazón...

Nosotros siempre estaremos unidos.

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-Mi amigo, ¿Cómo podría odiarte?-

~Yo movería el cielo y la tierra por ti...amigo mio~
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Desperté muerto...

》El mundo es mi familia《 [Coco Yaoi] CanceladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora