La sangre comenzó a brotar con mucha rapidez; su mano temblaba mientras extendía el dolor verticalmente por su antebrazo. Esta no era como las anteriores, no era una simple búsqueda de sensaciones, esta vez era definitiva y no existiría nada ni nadie que la detuviese, hoy sus monstruos iban a desaparecer, ella desparecería. El líquido caliente comenzó a esparcirse por el piso de la pequeña habitación y ella tan solo veía manchas rojas que crecían bajo sus pies. Dolía, dolía mucho, pero nada era igual a lo que sentía por dentro; un dolor indescriptible y constante, que se apoderaba de su cuerpo, la revolcaba y la dejaba hecha trizas. El dolor de siempre, por fin terminaría.
No recordaba bien en que momento ese dolor había comenzado, pero recordaba perfectamente el momento en el que ese dolor se convirtió en algo insufrible. Luego de ello comenzó con los cortes, en aquel entonces era cobarde y quería destruirse, pero no conseguía el valor suficiente para hacerlo por completo. En ocasiones tan solo lo hacía porque su alma estaba tan entumecida que necesitaba sentir algo en su cuerpo que la hiciese sentir humana.
Después de un tiempo encontró un límite y se rindió, pero justo en ese momento, ese tan atesorado momento, la salvaron. Esos bellos ojos esmeralda la salvaron, la tomaron con fuerza y le dieron el calor que nunca había sentido. Ese calor que tanto había deseado, Lauren Jauregui se lo entregó y la sacó de las tan conocidas tinieblas para enrumbarla hacia un desconocido paraje lleno de colores. De verdes y azules.
Ahora estaba ahí otra vez, en el mismo sitio que había creído no volver a tocar. Aquel lugar que había sido su hogar desde que su mente comenzó a cobrar sentido. Todo, absolutamente todo, gracias a ella. La que la había salvado, esa misma mujer, la había empujado nuevamente al precipicio y esta vez ya nadie la sacaría de allí. Esta vez, por fin, todo acabaría y sería el final, el tan anhelado final.
Su cuerpo pesaba cada vez más, sin embargo, los pensamientos no la dejaban, los recuerdos tan latentes de Lauren, de su pequeña hermana y de sus padres. Las memorias de su pasado, de su cruel pasado, la desgasta ban incluso más, que la pérdida de sangre y tan solo lloraba, lloraba como una niña perdida en medio de una noche oscura. No sabía si el pecho le dolía por las heridas de su alma o porque su corazón ya estaba comenzado a fallar. Soltó la filuda navaja y limpio sus ojos. No era su alma. Todo comenzó a volverse borroso mientras sentía como su corazón latía con mayor dificultad. Cada objeto del cuarto de baño comenzó a perder su forma hasta que solo quedaron manchas inescrutables frente a sus ojos. Ya casi llegaba el momento.
De pronto, el dolor punzante comenzó a taladrar dentro de su caja torácica y todo se tornó de una niebla oscura. Negro, vacío, un último latido, el adiós.
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Angel's Tears
FanfictionCamila Cabello vivió siempre bajo las sombras y la desesperación, hasta que unos bellos ojos verdes la salvaron. Lauren Jauregui la rescató para luego convertirse en su perdición, aquella mujer que a pesar de salvarla, también la llevo al abismo. Ah...