-¡Jauregui!- escuchó Lauren tan fuerte que la hizo saltar del asiento, volviendo nuevamente a la realidad del salón de clases.
La profesora había estado intentando llamar su atención unos minutos antes al percatarse de la manera en la que la joven había perdido su mente en la lluvia.
-Sí señorita Acosta- respondió aún con sobresalto por el susto que la remeció por completo.
-¿Podría contarle a la clase en qué pensaba? Digo yo, ¿qué es más importante que El Quijote?
“En su sobrina y sí, es más importante que el Quijote” pensó intentando no abrir la boca y soltar tal cosa.
-Yo… - comenzó a decir dubitativa mientras que el frío de los nervios comenzó a extenderse desde sus manos.
-¿Sí Lauren?... - de pronto un teléfono móvil comenzó a sonar, interrumpiendo lo que probablemente sería la sentencia de muerte de Lauren.
La señorita Acosta metió la mano al bolsillo y sacó el móvil. Vio la pantalla y una expresión de extrañeza comenzó a formarse en su rostro.
-Saben que estoy en clase, que esperen- cortó la llamada volviendo a observar a la joven, sin embargo poco segundos después el teléfono volvió a timbrar insistentemente. Lo observó nuevamente volviendo a hacer la misma expresión de hace unos instantes- Disculpen jóvenes, creo que es importante- sin más reparos salió del salón de clases, cerrando la puerta con suavidad.
La ojiverde siguió con la mirada a la docente mientras partía y observó detrás de la puerta, por la pequeña ventana de vidrio, como ella contestaba la llamada. La expresión en el rostro de la mujer, captó su atención de inmediato, comenzó a hacer ademanes como si intentara calmar a alguien al otro lado de la línea. No podía oír lo que decía, pero sabía que era grave, la preocupación que comenzó a apoderarse de la profesora lo decía. De pronto, pudo notar con claridad como la señorita Acosta, detenía sus movimientos paralizándose, con una expresión de terror como si un fuerte aire la en volviese de pronto, mientras su boca pronunciaba con claridad “¿Camila?” para luego bajar el teléfono en un aparente estado de shock.
Fue en ese momento en el que Lauren sintió como algo dentro de ella parecía derrumbarse. “¿Camila?”, su corazón se detuvo un segundo intentando asimilar aún lo que acababa de ver “¿Qué sucedió con Camila?”, su cuerpo comenzó a debilitarse con una rapidez inimaginable, sin despegar la vista de la mujer fuera del aula.
De pronto, la madrina de Camila, en un movimiento brusco, comenzó a correr desapareciendo en cuestión de segundos.
Aquel acto causó en Lauren una invasión de pavor. Sintió un dolor en las sienes que comenzó a presionar su cabeza produciendo en ella una mezcla de debilitamiento y desesperación. Fue ahí cuando su mente comenzó a pensar con mayor profundidad lo que acaba de ver.
“¡Camila!”
Una fuerza invadió su cuerpo levantándola de su asiento e impulsándola a mover sus pies rápidamente, saliendo del aula a tropiezos. En medio del pasillo, las piernas comenzaron a temblarle y su respiración se convirtió en un angustioso acto de supervivencia. Continuó su camino hacia la puerta de salida, dándole un tinte irreal de un corto y, al mismo tiempo, eterno recorrido lleno de ansiedad.
Toda aquella escena se había traducido en tan sólo pocos minutos que parecían en su cabeza años largos. Salió del edificio y corrió con aún mayor potencia hacia el aparcamiento que se encontraba a escasos metros al costado izquierdo. Había pocos autos estacionados, sin embargo, el brillo de uno de ellos, color azul metálico, resaltaba por sobre el resto. Continuó hasta él con la mayor velocidad que su cuerpo tembloroso le permitió mientras buscaba en sus bolsillos las llaves.
Su mente comenzó a atormentarla nuevamente con la imagen de su docente esbozando el nombre de la chica que amaba, “¿qué te pasó Camila?”. Logró sacar las llaves y presionó el botón que abría el sistema, dando por respuesta un pitido. Inmediatamente abrió la puerta del conductor y se subió en él colocando la llave en la hendidura encendiéndolo. El automóvil comenzó a andar y Lauren comenzó a sentir como sus oídos zumbaban abrumándola, sin embargo, en medio de la opacidad del silencio escucho una voz que evocaba su nombre, ella tan sólo siguió en su intento torpe por conducir y salir del estacionamiento. Cuando lo logró pudo ver por el retrovisor a su mejor amiga aún llamándola desde la puerta de la escuela.
No importaba, ella entendería, tenía que ver a Camila.Siento no haber subido capítulos, pero tuve muchas responsabilidades en la Universidad :(
Estoy de vacaciones así que actualizaré más seguido.
Gracias por leer.
ESTÁS LEYENDO
Angel's Tears
FanficCamila Cabello vivió siempre bajo las sombras y la desesperación, hasta que unos bellos ojos verdes la salvaron. Lauren Jauregui la rescató para luego convertirse en su perdición, aquella mujer que a pesar de salvarla, también la llevo al abismo. Ah...