(Segunda temporada de "No somos amigas")
¿El amor es todo lo que se necesita para mantener sana y estable una relación?
¿Podrán Lauren y Camila superar los fantasmas del pasado?.
Desde el momento en que ingresas a la universidad, te dicen que el tiempo es constante. Nunca cambia, Es uno de esos elementos de la vida en los que siempre puedes confiar... al igual que la muerte y los impuestos. Siempre habrá sesenta segundos en un minuto. Siempre habrá sesenta minutos en una hora. Y siempre habrá veinticuatro horas en un día. El tiempo no estaba fluctuando. Avanzó al mismo ritmo constante en cada momento de tu vida.
La verdad era que el tiempo fluctuaba. Fue fácil perder horas o incluso días en un abrir y cerrar de ojos. Otras veces, fue una lucha pasar una mera hora. Se movía y fluía tan implacablemente como las mareas, y también con la misma potencia. Los momentos que querías que duraran para siempre eran los que pasaban demasiado rápido. Los momentos que quería acelerar se ralentizaron a paso de tortuga.
Esa era la verdad del asunto. Y mi vida... era un destello, y no había nada que pudiera hacer al respecto.
Parecía ayer cuando Lauren aceptó renuentemente irse y recorrer el continente, pero, de repente, su partida estaba a solo unos días de distancia. Era lunes por la mañana... ella se iría a primera hora del sábado. Y a pesar de que las últimas semanas habían pasado apresuradamente, sabía que el universo cruelmente haría que los próximos seis meses se prolongaran una y otra vez. Sabía que sentiría cada segundo de nuestra separación e iba a apestar... pero tenía que dejar que sucediera. No egoístamente dejaría que otra persona no cumpliera su sueño por mi culpa. Nunca le haría eso a alguien de nuevo... no importa cuánto duela.
Suspire pesadamente ojeando por última vez mi outfit del día de hoy.
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Al oír tocar la puerta de mi apartamento, me salí de mis pensamientos y sonreí enormemente. Lauren estaba teniendo dificultades con la separación también. En las últimas semanas había perfeccionado el arte de la emoción fingida. No es que no estuviese emocionada por ella, y sin fin orgullosa de ella, simplemente no quería que ella se fuera. Si de alguna manera pudiera tenerla toda para mí, si tan solo pudiera permanecer cerca de mí, bueno, entonces ahí mi sonrisa forzada sería natural.
Al pasar frente a una mesa de juego plegable, un artefacto tambaleante que mi hermana y yo llamábamos mesa de comedor de lujo, Abrí la puerta principal, Lauren estaba apoyada contra el marco. Ella sonrió torcidamente hacia mí. Me mordí el labio mientras absorbía sus rasgos, luego retrocedí para que ella pudiera entrar.
Al pasar, ella murmuró: "Buenos días".
Uniendo sus labios a mi cuello, ella me giró y jaló mis caderas hacia las suyas. Cerrando levemente la puerta detrás de ella, solté una risita silenciosa; mi hermana todavía estaba dormida "Buenos días, bebé".
Suspirando, ella deslizó sus brazos alrededor de mi cintura. "Voy a extrañar llevarte a la universidad todos los días", suspiró. Negando con la cabeza, agregó: "Casi estarás graduándote cuando regrese".
