(Segunda temporada de "No somos amigas")
¿El amor es todo lo que se necesita para mantener sana y estable una relación?
¿Podrán Lauren y Camila superar los fantasmas del pasado?.
Después de ser castigada por Matt por los ensayos perdidos, Lauren fue diligente para no perderse nunca más uno. Desafortunadamente, debió ir a todos los ensayos, así que vi menos a Lauren esa semana, Habíamos estado rondando la una sobre la otra últimamente, despidiendo a nuestros amigos y evitando obligaciones fáciles. Realmente fue inexcusable para nosotras, ya que su práctica era importante y las pocas clases que había omitido habían sido importantes. Pero necesitábamos tiempo juntas ya que cada día que se avecinaba traía nuestra separación a la vanguardia.
Así que tener ese ciclo de irresponsabilidad roto por Lauren, que de repente se estaba enfocando de nuevo, fue un poco difícil para mí. Sin embargo, me adapté, lanzándome al trabajo, a la universidad y a mis amigos. Y Lauren hizo que nuestro tiempo fuera interesante probando su nuevo teléfono celular. Me había interrumpido varias veces durante la clase y me envió mensajes de texto con comentarios muy inapropiados. La mayoría de ellos me enrojecieron las mejillas. Honestamente, ella era demasiado seductora, incluso a través de la tecnología.
Pero finalmente el viernes estaba sobre mí por fin.
Había esa sensación en el aire cuando me desperté en mi nueva cama espaciosa, una sensación de despedida. Me desperté con los brazos de Lauren a mi alrededor, mi mejilla apoyada en su pecho. Estaba acariciando mi cabello de una manera suave y repetitiva, sus dedos gentilmente metiendo mechones detrás de mi oreja, así que sabía que estaba despierta.
Estirándose, levanté la cabeza y la miré. Los ojos verdes de medianoche, más profundos y más hermosos que los océanos más oscuros, me devolvieron la mirada. Sonriendo, ella pasó la parte posterior de su dedo por mi mejilla. "Buenos días", susurró.
Sonriendo, me incliné para tocar suavemente mis labios con los de ella. "Buenos días, bebé".
No dijimos nada más y recosté mi cabeza sobre su piel y la sostuve por al menos otra hora. Ella me abrazó tan fuerte como yo la abracé, de vez en cuando me besaba el pelo. Fue una de las experiencias más reconfortantes que había tenido, y sabía que una parte de mí recordaría esta mañana para siempre, guardándola para sacarla un día más tarde, cuando la extrañaba tanto que me doliera físicamente, las lágrimas de nuevo amenazaron con salir.
Después de una rápida eternidad de felicidad, era hora de que me preparara para la universidad. Me alejé a regañadientes de Lauren, pero ella vino conmigo, con una sonrisa juguetona en su rostro. Esa traviesa sonrisa me siguió al baño y luego hasta la ducha. Tratando de no distraerse demasiado con la corriente de agua que fluye por los músculos delgados de su cuerpo, la deje mimarme y acariciarme. Ella me enjabonó con jabón y afecto, tocándome en todas partes, lo que nos llevó a un pequeño encuentro sexual rápido.
Una vez que terminamos, el agua se volvió fría sobre nosotras, ella me envolvió en una toalla y se dirigió a hacernos un poco de café. Sonreí ante al algodón de baja altura que le subía por la espalda, y rápidamente me vestí para poder volver a unirme a ese cuerpo semidesnudo.
Vestida para mi día con pantalones negros, camiseta negra, corta dejando al descubierto mi plano vientre y unos botines negros, abrí la puerta al mismo tiempo que mi hermana.
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