El cielo estaba gris, una suave lluvia envolvía la ciudad de Londres, aliviando el sofocante calor del día y limpiando las sucias calles... En un oscuro callejón, amparados por las sombras, dos chicos se besaban con pasión, dejando atrás los prejuicios de la sociedad y dando alas a su amor. La lluvia empapaba sus cuerpos, que se movían sincronizadamente al son de los latidos de sus corazones. Bum, bum, bum... Lentamente, los latidos de el corazón se comenzaron a relantizar, la luz se apagaba en los ojos y un último hálito de vida abandonaba los cuerpos. El amor los dió vida, pero también los destruyó; los cuerpos inhertes y sin vida cayeron sobre el suelo, abrazados fuertemente. La lluvia empapaba la acera, en el suelo, dos amantes yacían presas del amor, un hechizo que cae lenta y suavemente y consume tu vida hasta acabar con ella... Guárdate de este peligroso ser, no acabes como los amantes malditos...