Capitulo 2.

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Mientras hacíamos el recorrido hacia la casa en ruinas me di cuenta de que no sabía quién era así que le pregunte y me respondió que su nombre era Fred y era vidente.

El camino era horrible, estaba repleto de esqueletos deambulando, salían cada noche de sus tumbas para recorrer las calles, no entraban a ningún lado, no dañaban a nadie, solo caminaban. Sentí mucha tristeza al caminar junto ellos, sus inexpresivos rostros me provocaban mucho dolor pues no reflejaban sentimiento alguno.
Sara dijo que no me preocupara, que ellos no sentían nada, ya no tenían alma, solo marchaban por las calles vacías.

Al llegar a la casa notamos que estaba toda rota, sucia, había sangre en las paredes y un frío que te hacía temblar de miedo. Vimos que una puerta se abría y se podía sentir calor, también se oía el ruido del agua. La ducha estaba andando. Entre y vi a alguien, era una chica de cabello largo y rubio, descorrí las cortinas y pude ver que era Victoria una amiga mía de la infancia. Me miro fijo y me dijo: ¨¡Sophie! Creí que habías muerto ¨. Su alegría era enorme le dije que estaba aquí para cumplir con dos pruebas y que si las pasaba reencarnaría en otra vida.

Me preguntó si yo reconocía ese baño lo examiné por un minuto y le dije: "éste es el lugar donde morí". Al pronunciar la última palabra el espejo se llenó de sangre, entonces me acerqué y me observé.

Victoria me dijo que era el lugar en el que me habían asesinado, en esa ducha que siempre permanecía prendida largando agua. Me contó que ella, yo y más mujeres habíamos sido secuestradas y asesinadas y que ella y Demi, otra de esas chicas, eran las únicas que habían sobrevivido. "La policía le disparó al bastardo que nos secuestró cuando intentaba huir. Ese maldito desgraciado murió, debería estar pudriéndose en una cárcel."

Mirando mi reflejo pude comenzar a recordar que me había sucedido.

Era una cálida noche de verano, los grillos cantaban y los sapos saltaban en silencio en busca de insectos. "¡Victoria!" grité riendo, íbamos corriendo hacia la laguna, era ya muy tarde en la noche, debían ser mas de las tres de la mañana. Habíamos ido a una fogata que se realizaba afuera de una cabaña en medio del bosque, no conocíamos a nadie pero muchos de nuestros compañeros del instituto iban a ir y pensamos que sería divertido. Bailamos, reímos y tomamos un poco, a pesar de que ninguna de las dos había probado el alcohol en su vida. Victoria conoció a un chico que llevaba un stetson marrón, no recuerdo su nombre pero si recuerdo la forma en que ella lo miraba, como si fuera un dios que venía a rescatarla y a llevarla al mismísimo cielo. Si hubiéramos sabido que en lugar de ser un dios era un demonio y que en lugar de llevarnos al cielo pretendía encerrarnos en el inferno las cosas hubieran resultado muy diferentes...

Nos sentamos cerca de la orilla y comenzamos a hablar sobre nuestros sueños más locos. Yo jugaba con la hierba cuando dije que me gustaría tener alas y volar, quería sentirme libre totalmente y tenía el loco pensamiento de que solo así lo seria. Victoria dijo que ella deseaba volver a ver al chico que habíamos apodado "El vaquero" para así podía devolverle su stetson, el cual ella había tomado mientras bailaban, y para pedirle su número. Su mirada estaba perdida en las estrellas mientras pensaba en él.

Entonces, como si fuera obra de la magia, él apareció. Le dijo que estaba caminando cuando nos escuchó reír y hablar, y entonces pensó en ofrecerse a llevarnos. Ella estaba encantada, yo no sabía que pensar ya que me parecía una increíble coincidencia. Al final aceptamos.

¿Quién diría que una simple decisión afectaría toda tu vida? Mejor dicho, que sería lo que provocaría el fin de ésta.

Nos subimos a su camioneta y comenzamos el camino, le habíamos indicado la dirección antes de subirnos pero cinco minutos después nos dimos cuenta que no iba por la ruta más común, la que cualquiera elegiría. En su lugar tomó otro camino y nosotras, al notarlo, nos inquietamos. Le dije que este no era el camino y el aseguró que era un atajo y que estaríamos en cinco minutos más, mire a Victoria y ella a mí, sabíamos que algo malo nos iba a suceder.

Ya estaba hecho, nuestro destino estaba sellado.

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Bueno, tal vez sea un poco mas larga de tres capitulos ya que decidi agregar la causa de muerte de Sophie, y no queria solo poner fue asi y ya. Queria que se supiera cuándo comenzo, como, que sucedio para que ella tuviera ese final. Siempre tuve la idea de qué habia sucedido pero no se por qué nunca lo escribí. En fin, espero les guste! Este capitulo es para vos Karla, por darme el apoyo y el impulso a hacerlo publico.

La ultima huella.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora