•16• part 2

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El listo que vino a salvarla consigue su propósito.

Clare

El dolor del cuello era tal que a las 8:27 a.m ya estaba despierta, tuve tiempo de investigar donde podría haber ido.

Paseo algo inquieta por los pasadizos, por estar acá desde el viernes, es algo claustrofóbico estar cerrada tres días, contando que hoy estamos a domingo.

Abriendo y cerrando aulas encuentro la sala de profesores echa una mierda, hay una ventana rota, trozos de vidrio por todos lados.

Así que el muy idiota, tuvo la brillante idea de romper una ventana, que podría ponerse en problemas por romper una tan importante.

Aunque claro, tampoco no sabrán que ha sido él, pues, muy idiota, pero el pibe se ha escabullido de castigo.

Dudo que en esta cutre escuela, hayan destinado algo de dinero en algo que no sea la deliciosa comida que nos sirven, así que no creo que haya cámaras de seguridad por ningún lado.

Giro sobre mi misma para encontrar en mis pies, una carpeta donde pone 'Pruebas pendientes', con la tentación en mis dedos abro esa carpeta, revelando su vacío interior.

Tal vez es una estúpida broma de Ryan, ignoro la carpeta y decido salir de ahí antes de que me tropiece y me corte con estos trozos de vidrio.

Emocionada por haber encontrado una salida, salgo corriendo en busca de Robbie, y me encuentro con la conserje que se parece más a un gorila que a una bella mujer.

Ella, con su grave voz me hace reducir mi velocidad, pero inconscientemente, avanzo hacía ella de todos modos.

En nada, me sorprendo al estar dandole un buen espectáculo de resbalazos a esa señora, que solo podía sujetar esa gorda panza de la risa, en vez de ayudarme con mi apuro.

Después de caer más de cinco veces, llego hasta ella para poder preguntarle si puede ayudarnos a salir de acá.

Aunque ya tenga una salida, prefiero tener una salida más formal y que no me involucren por el desastre de Ryan y Cameron.

Ella al cabo de un rato se seca sus lagrimas y me guía pausadamente hacía la salida del cole, gira de la manilla de la puerta suavemente, abriéndose sin dificultad alguna.

Antes de salir, le hablo de un chico que también se encuentra en la misma situación que yo, y que debo ir a avisarle.

Ella parece no importarle, pues se pone a cantar una canción mientras le estoy contando de nuestra historia, como los dos habíamos terminado encerrados.

Al ver su poco interés, voy a por Robbie, decidida decirle una mejor noticia, por la que antes le iba a despertar.

La emoción me rodeaba, rápidamente me acerco a la sala en la que pasamos la noche, suerte que no tengo que volver a pasar por la parte del resbaladiza del pasadizo. 

Al verlo cómodamente sentado en la silla, sonrío sacudiendo el cuerpo dormido, ahora sabré como se toma la noticia.

Él, asustado mira a su alrededor, me mira tímidamente y se vuelve a acomodar sonriente.

-Robbie, tenemos la libertad a la puerta de la esquina ¿Te vienes o te quedas encerrado acá hasta vengan todos los alumnos?- digo cruzada de brazos, sonriendo sabiendo que no se negará.

-Bueno.. depende, ¿Hay chicas con buen culo en esta clase?- dice él sonriendo de lado.

- ¡Oye! Acuérdate de Sally, idiota- digo riéndome, al ver a que tal nivel podrían llegar sus bromas.

AtrapadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora