Derrota

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Devil estaba llorando, desde que los hermanos con cabeza de taza se fueron, él no había parado de llorar y patalear. Estaba muy triste, perdió todo ¡absolutamente todo! No podía ver más allá de todos esos contratos vueltos cenizas, él, como la maldad, no tenía ganas de hacer algo, solo llorar... Escuchó un ruido, volteó rápidamente al lado donde provino y vio a King Dice asomarse.—Mmh... ¿jefe?— Dijo tímido, tratando de cuidar sus palabras, pues no sabía en qué estado podría encontrarse el Diablo el cual podía ser muy inestable a veces. 

—¿Jefe?¿De qué hablas? Si ya no soy tu jefe, tu contrato se ha quemado ¿que no ves?— Contestó agresivamente, mientra secaba una que otra lágrima. King Dice era el único que lo podía ver en tal estado. 

 King Dice miró nerviosamente al contrario, lanzó un suspiro y compuso su postura, se le acercó con confianza y colocó una mano en el hombro del demonio.—Jefe, yo siempre estaré aquí para usted.— Contestó con adoración. Pasó los dos brazos por el cuello del contrario y lo abrazó.— Aunque me molestó que me llamaras "Bueno para nada".— Utilizó un tono molesto y apretó el abrazo simulando que lo ahorcaba.

—¡Suéltame!— Le agarró los brazos e intentó separarlos.— Bien, bien, sólo fue la emoción del momento, tu sabes que eres de todo menos inservible.— Confesó aun ejerciendo fuerza en los brazos ajenos tratando de separarlos, aunque no le hicieran nada de daño.— Eres lo único que tengo, King Dice.— Susurró, bajando finalmente los brazos.—No te vayas a separar de mi, de lo contrario, te buscaré y traeré de vuelta así sea por las malas ¿me escuchaste?— Dijo en un notable tono de amenaza. 

King Dice dejó escapar una risilla, sonriendo por lo tierno que podía ser su jefe.— ¿Qué fue eso? ¿Una confesión de amor o una amenaza?— Empezó a acariciar su pelaje por la parte del cuello con una mano, y con la otra detrás de su cabeza. 

—Cállate.— Le sonrió mientras se iba relajando y recargando en el otro.— Tu sabes bien lo que es.— Finalizó volteándose y besando a King Dice. Él se sorprendió, era muy extraño que Devil demostrara cariño en momentos difíciles, pero decidió olvidar cualquier duda y seguir el ritmo. 

Él también estaba molesto y estresado por la reciente derrota, pues detestaba perder y más por dos pequeñas tazas, sin embargo, mantenía una actitud calmada frente a Devil para que no se volvieran más desastrosas las cosas. 

Y por eso terminaron así, besándose. 

Después de todo... las derrotas no resultaron ser tan malas.

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