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                      "Una mirada"


                                  [...]

Esperaba afuera de la cafetería donde trabaja Hailey a que saliera la misma. Hoy la llevaría a comer a su restauran favorito, de ambos más bien.

Fue ahí donde nos conocimos, haciendo vuelta atrás, 4 años exactamente.

Era una tarde de invierno, la nieve caía con pesadez y a mis 16 años no podía evitar emocionarme por la dicha festividad, de la Navidad. Simplemente la amaba, si tuviera que elegir en que festividad vivir eternamente sería la navidad, era mágica, niños felices e ilusionados, gente cantando villancicos y adornando sus casas, mi mamá cocinando chocolate y salir a pasear con toda la familia.

Claro que eso era antes de conocer a Hailey y lo sexy que se puede ver con algún traje de enfermera sensual o de policía e incluso de una linda vaquera, después de verla el Halloween se volvió sagrado para mí.

Recuerdo a ver salido de conpras con mi mama, llevaba un suéter rojo de lana y unos jeans orcuros. Iba tranquilamente buscando el regalo perfecto para mi hermano menor Jan Carlo.

Ese niño era tan inesperado que no se sabía que esperar de el, dejará de ser un Bautista.

El tiempo pasaba y yo seguía sin poder encontrar algo bueno para Jan, hasta que entre en una tienda de juguetes.

Era grande y espaciosa, había juguetes por donde quiera las paredes eran rojas y del techo colgaban lindos copos con brillos y artificiales, en el fondo se escuchaba Mistletoe de Justin Bieber a juego con las risas de niños divirtiéndose, era como el taller de Santa, bueno de hecho ese era nombre del lugar.

Entre sin perder más el tiempo aventurandome a encontrar el regalo de mi hermano, el único que faltaba.

No tardo mucho cuándo vi lo que era el regalo perfectisimo para Jan.

Un Spider Man de colección, de su nueva saga y primera película The Amenzinger Spider Man como protagonista Andrew Garfield; uno de mis favoritos cabe mencionar

El muñeco increíble ante mis ojos, incluso yo sería feliz con uno así, su traje era igual que la pelicula, oscuro y atractivo, tenía rodillos para flexionar y cuerdas para lanzar de forma de telaraña, su cabeza era del tamaño perfecto y sus músculos resaltaba.

Sin duda era el indicado, lo llevaría, mi mamá estaría orgullosa de mi, volveríamos a casa felices y comeriamos galletas.

Mi vida resuelta.

Tome camino hacia el muñeco apresurado un poco ya que era el último y no podía correr el riesgo de que alguien se lo lleve y arruine mi vida.

Y si así se exagerado soy.

Cuando llegue lo tome en mis manos y suspire de alivio, volveríamos a casa.

Mire uno segundos más el bello juguete, cuando vi que alguien se colocaba puntas detrás de mi, queriendo ver un no se que.

Me giré sobre los talones para ver a la rubia detrás de mi, sus grandes ojos océano me miraron con preocupación.

—Hem, disculpa... ¿vas llevarte eso? — preguntó señalando al muñeco sin quitar la mirada de mí.

Su voz era dulce y bonita, sin dejar de lado su maravilloso físico.

Asenti sin poder decir algo, era hermosa y no podía evitar verla, aunque sólo le heche un vistazo a su trasero se veía grande y jugoso.

—¡Maldita sea!
La oí gritar mientras volteaba al techo en busca de alguna celestial respuesta y daba un pisotón de ira al suelo.

Aunque seguro debió ser algo ridículo a mi me pareció de lo más tierno.

Dios me hizo tan enamoradisimo que aveces pienso que es más un defecto que una virtud.

La chica me voltio a ver mientras me señalaba con su índice amenazadamente, di un paso atrás con miedo mientras decía cosas que yo no logra entender. Para después dar la vuelta y marcharse.

Iba dejar que se fuese pero la voz de mi cabeza me pedía a gritos que no la dejará ir.

Y siendo el estúpido esclavo de mi mente la detuve.

—Hey, espera por favor— la alcancé.

Me volteo a ver con una cara de muy pocos amigos, mientras levantaba una ceja en busca de una respuesta del por que la detuve.

—Puedo ayudarte en algo— hable sin saber que decir.

—no lo creó

Quitó su mirada sobre mi.

—¿Estas segura?

—Nop— hablo marcando mucho la p y marcando su boca en una línea recta.

—Bien, entonces dime

—Es sólo que — suspiró frustrada y exageradamente — llevo todo el día buscando ese maldito muñeco para mi hermano de 6 años; por que es lo único que quiere para esta Navidad,ni siquiera soy de aquí y ahora que lo encontré, sin ofender, un completo imbécil sé lo llevo para no se que cosas hacer tal vez colocarlo en su mesa y masturbandose mientras ve barney.

Wow que intensa, no debo de entenderme que jamás un chica me había hablado así, en la preparatoria era el más guapo y todas morían por mi, pero lo malo fue es que soy demasiado guapo y ellas demasiado feas, horribles que me querían violar y tomar mi valiosa virginidad.

Volviendo al tema, se me ocurrió una grandiosa idea, soy el mejor sin duda me amo.

Mientras ella seguía discutiendo sobre el muñeco,quiero suponer, la interrumpi.

—Te lo daré

—¿Que? — paro de hablar y sus ojos volvieron a estar sobre mi viéndome con curiosidad.

—Que te lo doy — extendi el muñeco y a ella le brillaron los ojos. —Pero.. — antes de que lo pudiera tomar lo quite

—¡Pero!

—Pero, tendrás que ir a comer conmigo al lindo restauran de ahí — señalé a fuera, frente a la juguetería estaba el dicho.

Ella suspiró — esta bien, creo— sonreí
—pero que quede claro que sólo lo hago por que amo demasiado a mi hermano.

Tiempo después me enteré que ella no tenía un hermano de 6 años y que el muñeco de verdad era para ella.

Volviendo al presente, mi bella Hailey ya salí del local.

Su vista de situó en mi y sonrio.

Y fue ahí cuando me di cuenta que sólo ocupaba una mirada para ser feliz.

Y esa mirada que daba cuando está a punto de besarme para darme cuenta que sin su amor no puedo vivir.

  ❝Oh, mi dulce Hailey regalame una mirada más❞


Primer capítulo wpas espero  les guste y voten mucho:)✨

Regalame ➶mbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora