Entonces el "niño" entró corriendo, y la madre le replicó nuevamente que tuviera cuidado. La casa le gustaba, y también estaba ansioso por conocer a su niñera. Su mamá le dijo que le agradaría, y también le recordó que solo estaría el fin de semana porque ella debía trabajar.
A Harry no le importaba, él era un niño feliz y alegre como cualquier otro. Mientras luego lo recompensaran él estaría maravillado.
Su madre ya tenía las maletas listas, la niñera no iba a tardar en llegar. Más no contaban con la pequeña sorpresa que vendría a continuación. Harry escuchó el timbre y antes de poder responder su madre caminó hasta la puerta. El niño abrió la boca para protestar pero guardó silencio al ver de quién se trataba.
-Buenas tardes señora, Janell no podrá venir a cuidar a su hijo, está enferma, yo soy Louis Tomlinson, también trabajo de niñero.- sonrió un joven de cabellos castaños. Harry se quedó viéndolo como si de un tesoro se tratara. Sus ojos color cielo eran tan cálidos y confortables que hacían que te los quedaras viendo un largo rato. Su piel color canela parecía ser suave y cálida.
A Harry le había gustado, y eso no pasaba todos los días. Sonrió al ver como Louis se acercaba a él y le tendía la mano para saludarlo. Él con todos sus modales le correspondió el gesto. La madre se despidió de los dos, le explicó a Louis algunos términos y se marchó.
Eran apenas las tres de la tarde y Louis pensó que el niño ya había comido.
-Louis.- los llamó el pequeño.
-¿Sí mocoso?- rio el castaño. Caminó hasta el living y de brazos cruzados lo miró.
-No me llames así y cocíname algo de comer.- masculló Harry volviendo su vista a la televisión.
-No.- se encogió de hombros. El ojiverde apagó el televisor y se levantó del sofá. A pesar de la diferencia de altura, Harry se creía superior.
-He dicho que me prepares algo de comer, así que mueve tu trasero a la cocina y cocina algo.- el rizado amistoso siempre queda atrás cuando su madre se va.
-Mira, chiquito, el que está a cargo aquí soy yo a partir de ahora. Así que espero me respetes si no queres un castigo.- arremetió el castaño.
-Pues castígame.-reprochó el menor. Louis alzó las cejas y él solo rio.
-No me quieres como enemigo Louis, cinco de mis niñeras acabaron en el manicomio, tres en el hospital y una dijo que no iba a volver a Europa nunca más.- explicó Harry mientras contaba con sus dedos.
-Eran mujeres, por supuesto que se iban a asustar.- carcajeo Lou.
-¿Y tú que eres?- eso si le dolió, y también le iba a doler a Harry en cuanto tuviera la oportunidad.
-Yo soy Louis, no cobarde.- se quejó. El rizado solo asintió con pesadez.
-Claro, claro, y yo soy el Capitán América.- carcajeo. Se dio media vuelta y caminó hasta la cocina. Se preparó un té, tomó unas cuantas galletas y se marchó apurado a su cuarto. Se sentó en su cama y comenzó a planear alguna broma para su niñero. Se dijo así mismo que a pesar de que era hermoso, el no caería en eso y lo trataría como a uno más. Para ser un niño de 15 años era bastante ágil. Pensó en todo tipo de bromas, hasta que una idea genial pasó fugaz por su mente.
Salió de su cuarto y sin hacer ruido buscó a Louis. Estaba sentado en el living comiendo tocino.
-Estúpido Louis.- susurró Harry para sí mismo.
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¿Verdad o Reto? (Os Larry Stylinson)
Krótkie OpowiadaniaLa mente de ese adolescente, pervertida y única, la cosa más extraña que se vio en una persona a esa edad. El niñero no lo sabe, no sabe el tipo de fantasías que puede pensar el joven de ojos verdes, con actitud tímida pero de carácter fuerte. No pr...