Algo sucede en mi corazón [✔]

EL ÚLTIMO REGALO DE MAMÁ

CAPÍTULO 4

EL ÚLTIMO REGALO DE MAMÁ

Mikoto estaba sentada en la mesa del comedor con un montón de muchachas a su alrededor. Le gustaba dar clases, era una manera de mantenerse entretenida, pero también de sentirse importante.

–Los modales, muestran respeto y consideración por los demás. Unos modales adecuados nos pueden ayudar a tener mejores relaciones con la gente, por ello siempre los tienen que tener muy presentes–dijo ella mientras sonreía. –¡Sí! –respondieron sus alumnas. –Así que siguiendo con la clase anterior...–la azabache miró a las mujeres, todas eran madres jóvenes, mejor dicho, recién casadas, por ello como mujer de más de 35 años de experiencia era adecuada para dar estas clases. Lo siguiente que vio no fue de su agrado, Misa, una de sus alumnas hablaba con otra sin prestar la más mínima atención a la clase.

–Sí, esto fue lo que me regaló mi marido por san Valentín–dijo un tanto altanera a la otra mujer mostrándole su enorme anillo, que sonreía por cortesía, ya que no se quería distraer de la clase de la azabache.

–¡Misa! –llamó Mikoto a su despistada alumna que se sobresaltó al escuchar el llamado de la mayor.

–¿Sí? –preguntó la castaña con claro arrepentimiento, pero Mikoto no se lo iba a dejar pasar. La asociación de madres le había pedido exclusivamente a ella que hiciera esas clases de etiqueta, así que no podía hacer la vista gorda, era cuestión de dignidad, y también, aunque lo quisiera evitar de orgullo, después de todo la sangre Uchiha corría entre sus venas.

–Como decía Misa, retomando con la clase anterior, gracias a la posición de que, se sabe que no se puede levantar el plato a un invitado–preguntó la pelinegra para desdicha de la chica que estaba muy nerviosa.

–¿El plato, levantarlo? –la castaña intentaba recordar algo que le ayudase a responder correctamente la pregunta, pero nada venía a su mente, tendría que haber estado más atenta cuando la mujer hablaba. –Cuándo acabaron, ¿no? –respondió al fin con una risita nerviosa logrando que Mikoto se molestara.

–Misa, los modales son algo básico y fundamental, no solo sirven para relacionarse como ya dije, sino que también inspira el respeto de otras personas hacia nosotros, además sino podemos aprender nosotras mismas cosas tan básicas como estas es imposible que enseñemos correctamente a nuestros hijos. La forma en que pensamos, las cosas que decimos y como nos comportamos tienen un profundo impacto en nuestros niños, por eso debemos tener cuidado de nuestros modales frente a ellos–habló reprendiéndola.

–Que bien habla–dijeron sus alumnas asombradas por la labia de la mujer.

–¡Abuela! –el grito de Hinata se hizo presente tomando la atención de todas que entraba corriendo hacia ella. –Buenas tardes– saludó educadamente a las mujeres que se encontraban allí. Luego se acercó a la mayor y le depositó un cálido beso en su mejilla haciendo que Mikoto sonriera al ver a su querida nieta allí.

Al rato apareció Sasuke que peleaba con Naruto sobre todos los problemas que el rubio había ocasionado con su infantil comportamiento. El Uzumaki intentaba defenderse, pero no podía ya que incluso su hijo estaba del lado del pelinegro logrando que Naruto se molestara e hiciera pucheros.

–Hablando de niños...–Mikoto vio a todos ellos, a veces se preguntaba si habían crecido. –Ella es mi nieta, Hinata–dijo jalando uno de sus mofletes mientras sonreía.

A pesar de que Mikoto ya llevaba haciendo todo un mes esas clases era la primera vez que sus alumnas veían a su hijo y nieta, siempre solían estar fuera.