Siempre a tu lado

Capitulo Final . Sabes Deku...

Al llegar el amanecer, me quite los zapatos y recorrí la playa dejando mis huellas con cada paso impresas en la arena, llegue donde tocaba la marea, el agua rozaba gentilmente hasta mis tobillos en un relajante vaivén. Mi mirada estaba perdida sin ninguna dirección, me sentía con un soldado herido, volviendo después de haber perdido la guerra. Al tocar el agua, tenía la esperanza de despertar y que el frío me hiciera pensar que todo solo fue una pesadilla, pero no fue así. La realidad era cada vez más dura y difícil de afrontar. Aunque grite que seguiría adelante, el hecho es que hacerlo es más duro que decirlo y eso es lo que significa estar con vida. Si al nacer, alguien nos hubiese advertido lo doloroso que es vivir, me pregunto cómo lo sobrellevaríamos, pero es algo que se tiene que aprender por medio de cicatrices.

Me sentía tan herido que solo observaba el horizonte en busca de alguna respuesta, los rayos del sol me iluminaban el cuerpo y las nubes se teñían nuevamente de tenues colores. Una brisa me golpeó en el rostro retirando el cabello y el sol llego a la altura de mis ojos. En la distancia podía escuchar el susurro del viento, pidiéndome que recordara mi promesa, me instaba a luchar.

Dubitativo, apreté mis puños con fuerza y dirigí la última mirada a aquel inmenso océano. No sabía si tendría las fuerzas para volver, pero este sitio quedara grabado en mi alma, junto a las promesas que hicimos aquella tarde. Decidí aceptar mi destino y partir. No quedaba más que hacer, que cumplir lo que dije, esperaría el despertar de Deku y me convertiría en el mejor héroe para entonces.

Le di la espalda a esa playa y me retiré en silencio, ya el viento se había llevado mis lágrimas y la marea mis temores, ahora solo podía seguir luchando. Camine hacia la academia, pronto sería tiempo de clases y estaba lejos. En el camino reflexione como sería mi futuro a partir de ese momento. Sea lo que sea que el destino me repare, yo siempre esperare a Deku, eso es lo que ese día grabe en mi mente.

Al llegar me di cuenta de que llevaba el mismo uniformé que hace dos días, lleno de machas y un poco desgarrado, en mis zapatos había arena y mi cabello estaba más caído. Recibí algunas miradas, y cuchicheos al entrar a la academia.

Ese día todos conversaban alegremente otros se cuestionaban por qué Deku no había despertado después de dos semanas, yo solo permanecí sentado en mi escritorio observando la ventana. Ni siquiera tenía una expresión de enojo, no mostraba ninguna emoción, solo me sentía ajeno a esa ilusión de felicidad que mostraban todos. Kirishima y Kaminari notaron mi comportamiento, pero prefirieron darme espacio. Se los agradecía, sabía que se preocupaban por mí, pero nadie podría entender lo que sentía.

Las clases comenzaron y no escribí nada, permanecía absorto en mis pensamientos, y pronto la falta de sueño se hizo presente. Cabecee varias veces, hasta que Aizawa me mando al baño a echarme agua fría. Llevaba casi dos noches sin dormir y había expuesto mi cuerpo a muchos retos lo que me había dejado muy mal. Podía verlo en mis ojos y en las negras ojeras que se dibujaban por debajo de mis enrojecidos parpados. El inminente sueño me hizo desconectarme un segundo de la realidad, mientras me miraba al espejo del lavabo.

— Luego me dirás de que tratan la clase, Deku, porque no he puesto ni mierda de atención.... —dije sin pensarlo, solo para voltear y no encontrarme con nadie, percatándome de lo que acababa de hacer. No sentí sorpresa de eso, si no de mí mismo, me había acostumbrado a tenerlo a mi lado en estos días, que fue un acto natural. Mi garganta se hizo un nudo y apreté con fuerza mis puños. Su ausencia se sentía cada vez más, y la soledad me empezaba a ahogar.

Volví a clase para encontrarme a un grupo de invitados y a todos los estudiantes en un silencio sepulcral. All Might, Aizawa-sensei, el director y recovery girl se encontraban parados al frente del salón, con la duda reflejada en sus ojos. Había llegado el momento de revelar la verdad a los demás.