Te odio. Te odio y te quiero al mismo tiempo. Y odio que lo sepas. Odio ser como un libro abierto y que sepas todo sobre mí. Odio no poder guardarme nada ni tener ningún secreto. Pero luego te veo a ti y a tu sonrisa con tus juegos infantiles y se me olvida todo. Tanto, que aunque esté enfadada contigo, soy incapaz de estarlo durante más de dos días. Y también odio eso. Pero sobre todo odio que estés con ella y sigas liándome. Yo pensaba olvidarme de ti, pero sigues hablando y rayándome.
Realmente te echo mucho de menos.
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Textos de una gilipollas
KurzgeschichtenPues simplemente escribo lo que se me ocurre y ya, sin más