Vampiros perdidos

Algo de verdad

Capítulo II

ALGO DE VERDAD.

Liam me dijo que pensara en una casa de los siglos XX. Color rojo, ventanas grandes, con personas afuera protegiéndola, enorme, con flores color rojas en los ventanales, como un castillo pequeño. Al momento de imaginarlo, me dio miedo de no aparecer ahí, de equivocarme de lugar, en eso, que Liam me agarra de la mano. Ya no sentí tanto miedo...

Habíamos llegado, lo había logrado, era hora de saber quién era Verónica, de saber gran parte de mis dudas. Al momento de entrar al terreno, era hermosa por fuera, había muchas flores, un pequeño lago, ni parecía de vampiros... Liam tocó la puerta, salió uno de ellos, alto, ojos color gris, labios delgados, rostro fino, su cabello quebrado de color negro brillante. Estaba vestido con jeans color azul marino, blusa color negra, era tan guapo...

-¡LIAM! Demonios, amigo, creímos que les había pasado algo, no llamaron, no nada, nos tenían asustado-. Le dijo el guapo vampiro a Liam.

-Iker (oh, su hermoso nombre) lo siento, amigo, tuvimos un pequeño retraso, lo sentimos, queríamos explicárselos todo en persona, necesitamos a Verónica, es una urgencia.

-Ya veo, ella salió, no dijo a que, pero no creo que tarde. ¡Oh!

Me miro...

-Veo que traes algo de comida, Verónica te matará, jajajá.

¿Comida? Veo que tampoco puede ver que soy un... ew... vampiro.

-¿Comida? No, no es eso, Iker. Veo que tampoco lo pudiste diferenciar, es por eso que necesito a Verónica. Ella es Alessa es un vampiro. Tampoco Augusto y yo pudimos olfatearla.

-¿QUÉ? ¿ELLA? Se ve tan frágil.

-Es lo mismo que yo dije, sólo que más fuerte-. Dijo Augusto y se metió a la casa sin decir nada más.

-Mmm-. Dije indignada.

-Bueno, Alessa, creo que no nos han presentado, me llamo Iker.

-H-o-la, ya te dijo Liam mi nombre-. Sonreí.

-Bueno, iré a llamar a Verónica, siéntete como en tu casa, Alessa-. Dijo Liam amablemente.

También se metió, me quede con Iker, bueno el después se dio la media vuelta y recogió una carta... Suponía que tendría que entrar, así que entr...

-¡AAAAAAH! ¡AUXILIO!-. Grite.

-¡Oh no! Estás invitada, Alessa, en nombre de Verónica-. Dijo Iker alterado.

Paro el dolor, al momento de poner un pie en la casa empece a arder en llamas, pero que diablos...

-En verdad lo siento, fui descortés, por culpa de esta tonta corta.

-¿Pero qué demonios me paso?

-Te explicare, sino eres invitada a la casa de alguna bruja, te quemas, porque ellas las hechizan, para que no hayan impostores. Sólo es prevención, lo siento.

-¿No qué todos los vampiros son amigos y que Verónica ayuda a todos?

-Mm, eso es cosa que Verónica te explicara cuando vuelva. Ahora ven, vamos, necesitas comer, te ves fatal.

-¿Comer? ¿Comida de humano?

-Jajá, no, la comida de "humano" no nos ayuda mucho, sólo nos sirve para tener recuerdos de nosotros cuando éramos humanos. Hablo de la sangre.

-Vaya, eso no sabía. No, no puedo comer eso, no quiero matar.

-Veo que no sabes casi nada, después tendremos una charla sobre los vampiros. No matáremos, no tenemos permitido hacer eso, sólo una vez al mes, para que tengamos algo de fuerza en nuestras habilidades, la sangre directa de la vena nos ayuda a que nuestras habilidades sean mejores, la sangre que comeremos hoy, será de nuestro banco de sangre.