Un pasado por recordar (saint seiya)

Capitulo 8

Nuestro querido joven titán dormía entre las pieles de la cueva, su cuerpo se movía de un lado a otro, el frío lo obligaba a moverse en busca de calor, sus pensamientos se llenaron recuerdos de su infancia, haciendo al peli-violeta reír y sentir una calidez en su pecho 

------------------------------00Recuerdos de Ánthos00------------------------

Ánthos *buscando a alguien* Moneta!! hermana, donde estas?!? *apunto de llorar* Moneta. donde estas?!?! me estas asustando.....Moneta me dejo solo 

Una joven se encontraba detrás del peli-violeta, el cual aparentaba tener una edad de 10-11 años, la muchacha era de claros  y enrulados cabellos marrones, ojos verdes como el pasto y una piel blanca, era Moneta, la representación de la memoria 

Moneta *lo abraza* no llores hermanito, estoy aquí *le besa la mejilla* recuerda que no te dejaría solo

Ánthos: no me dejaras solo, hermana ?

Moneta: giatí tha ítan o mikrós mou ángelos mónos mou? (porque mi pequeño angel estaría solo?)

Ánthos: jejeje, verdad

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Un grupo de jóvenes jugaban en un claro lleno de flores y frutos, siendo vigilados por una mujer de hermosos cabellos castaños, unos ojos tan rojos como dos rubies y una piel levemente morena; Gaia que mantenía un ojo a sus queridos hijos, en especial al mas joven, quien se dejaba peinar su largo cabello por sus hermanas; todos estaban felices en el territorio de su madre, disfrutaban de la paz y tranquilidad que gobernaba en los campos

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Ánthos: madre!! madre, donde estas?

Gaia: mi niño, que paso?

La mujer mira que su hijo tenía sus manos detrás de su espalda y su mirada mostraba nerviosismo 

Gaia: mi niño, que tienes detrás de ti?

Ánthos: cierra los ojos mamá, es una sorpresa

Gaia: jaja, bien *cierra sus ojos*

Ánthos *extiende sus manos* ya los puedes abrir

Cuando la castaña abrió sus ojos, se encontró con un objeto, una corona de flores doradas que brillaba con elegancia 

Ánthos *se sonroja* escuche de Nix y Skotos llamarte "mi reina" y pensé que merecías una corona para que demuestres tu estado; tal vez no sea nada, pero espero que lo aceptes madre

La mujer no dijo nada, solo tomo la corona, se la puso y abrazo a su hijo, para que este no viera sus lagrimas de alegría 

Gaia: gracias Ánthos, esto siempre lo guardare y nunca me lo quitare

Ánthos *le corresponde* ^pero no es tan bonito como pensaba, le are otro mucho mas bonito y si será digno que una reina como ella^

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El Olimpo, el reino de los inmortales, en lo mas alto de los cielos, un joven caminaba por ahí de manera algo apresurada, el mismo mantenía un físico de un muchacho de 15 años, sus ropajes se componía de una simple toga blanca corto, dejando el lado izquierdo de su pecho y sus piernas al descubierto, una cinturón dorado, un par de sandalias marrones y su cabeza era coronaba con una tiara de hojas de laurel plateadas; entre sus manos se encontraba unos pergaminos escritos por el, ahora como la personificación de la simbología y el espírit, su trabajo era de los mas complicados, darles un significado a todo era cansado