Ella es el tipo de persona que me gustaría ser: sincera, graciosa, interesante. Hay muchos más adjetivos para describirla, pero a veces las palabras no son suficientes.
Tiene galaxias en los ojos y constelaciones en la piel. Ella es una estrella, que brilla aún a kilómetros de distancia.
Si te acercas, te quema. A menudo comparo el dolor de quemarme viva con el estar a su lado. Porque sé que nunca va a ser mía. Sé que nunca voy a ser suya.
Completamente, en realidad. Porque una parte de mí le pertenece.
Tiene ojos marrones chocolate, comunes para algunos, especiales para mí.
Son curiosos, interesantes, hermosos. Transmiten confianza, seguridad y por experiencia propia podría decir amor.
Alguna vez la vi mirándome hipnotizada, como si yo fuera magia, aunque en realidad sólo soy un truco barato.
Pero fue algo fugaz: algo así como una estrella, de esas que les pides deseos, deseos de que podamos entrelazar nuestras manos e ignorar al mundo.
Es algo de lo que me sonrojo al pensarlo, y que, en caso de estar completamente sola, sonrío como idiota y no escondo esa sonrisa que causa en mí.
En realidad, nosotras coincidimos pocas veces. Me hubiera gustado que sea diferente, pero el destino elige por encima de todo.
Hoy en día, la magia aún se siente en el aire, aunque tenemos que ignorarla, porque lamentablemente, el "nosotras" aún no está permitido entre ella y yo.
ESTÁS LEYENDO
Deleznable
Non-FictionA nadie le interesa lo que una persona sin valor tiene para decir. Lee si quieres, a veces escribo, y quizá no te guste, pero dejo un poco de mí en mis letras, y eso es suficiente.
