Capítulo 3 (FINAL)

2 0 0
                                    

Cuando terminamos de cenar mi tío propuso pasar al salón y que Adela nos tocara una sonata al piano antes de acostar. Yo tenía ganas de encerrarme en mi cuarto, mi prima no había dejado de mirarme todo el tiempo y de lanzarme, cuando mi tío estaba distraído, miguitas de pan con una sonrisa de desdén insoportable. Sin embargo, no fui capaz de contrariar a mi tío, y les seguí hasta el salón.

El piano ocupaba casi todo el centro de la habitación. Unos pequeños sillones estaban claramente dispuestos para escuchar a quién diera el concierto. Adela se sentó frente al piano, mi tío se sentó en el sillón que estaba más cerca de la chimenea. Yo fui a ocupar el sillón más cercano a la ventana, pero entonces Adela me increpó con un tono de clara censura: - No, ¿estás loco?, ¿qué es lo que quieres?, ¿lastimarla de nuevo? Ese sillón está ocupado, sientaté en aquella silla, la que está pegada a la columna.

- Adela, deja al chico, ya se irá acostumbrando - Le dijo mi tío. Entonces ella, furiosa, golpeó las techas del piano con fuerza y dijo: - Si se sienta en el sillón no volveré a tocar el piano nunca más.

Lo más rápido que pude me senté en la silla que se me había indicado. Mi tío me sonrío haciéndome una reverencia y Adela se dispuso a tocar el piano. Su canción era hermosa, pero muy triste, poco a poco fue embargándome un sentimiento que no podía contener y las lágrimas comenzaron a brotar. Me sentía desnudo, ridículo, quería escapar de allí pero no podía.

No se como pasó. Es posible que nadie pueda creer jamás lo que voy a relatar a continuación. Es algo que yo mismo sigo preguntándome si no lo habré soñado. La ventana se abrió de golpe sin que entrara ni una sola ráfaga de viento, vi como el sillón tomaba la forma de alguien sentándose en él. Mi tío estaba dormido con la barbilla sobre su pecho, mi prima golpeaba las teclas como si quisiera romperlas y entonces la vi, era ella, frente a mí.

-Me mataste...- susurraba aquella figura desde el otro lado de la habitación.

-Yo no quería que murieras...- notaba las lagrimas recorrer mis mejillas.

-Pero no lo evitaste...- me contradijo mientras se iba acercando poco a poco.

-¿¡Y qué podía hacer!? - grité exaperado al notar el avance del espectro

-Eso deberías responderlo tú...- antes de que pudiera darme cuenta la figura había avanzado hasta escasos centímetros de mí

-Mamá.. - demasiado tarde, ella ya no estaba en la sala.

En ese momento mi prima salió como de un trance, me miró a los ojos y dijo en un susurro: -¿No vas a hacer nada?- Me escupió y se fue.

Lloré desesperado. Mi tío se despertó y me abrazó: - Pobre muchacho, no deberían pasar estas cosas. Tranquilo, tu padre arreglará las cosas y pronto podrás volver con él-. Y entonces lo entendí, sabía lo que tenía que hacer.

- ¡No! - Grité - No quiero volver con mi padre. No. Fue él. Él la mató. No hubo ningún accidente. Yo lo vi y no hice nada para impedirlo.
















//FIN :D

Hola, ¿qué tal?

Se que estuve bastante tiempo inactiva, pero, como ya dije anteriormente, estuve ocupada estudiando para los examenes y recuperaciones. Además, esta semana tuve un 0% de inspiración, así que el final está un tanto afectado por esta cuestión. Igualmente espero que os haya gustado.

Xauuuuu <3//

SusurrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora