Hambre

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Narra Marshall: 

Abrí los ojos lentamente siendo cegado por la luminosidad que emitían las luces del techo. Me encontraba en una habitación rosada que recordaba muy bien. Era la habitación de Gumball.
Me removí débilmente bajo las mantas que desprendían el tentador olor del príncipe chicle.
—No te muevas—dijo la voz del dulce sujetándome para que me estuviera quieto.
—¿Qué a pasado? —le pregunte sintiendo mis recuerdos confusos.
Gumball se rasco la nuca nervioso.
—No se todos los detalles. Fiona y Cake te trajeron gravemente herido y dijeron algo sobre que la reina helada… ya no esta.
—¿Cómo QUE NO ESTA?
—Murió al caerle su castillo encima. Te protegió, por eso tu estas vivo y ella… no. Te cubrió de la mayoría de escombros que cayeron sobre vosotros —buba aparto la mirada—lo lamento.
—Ya—susurre desviando la mirada hacia la ventana.

Narra Gumball:

Me dolía verlo así de triste. En cierto modo él había tenido la culpa de lo que le paso a la reina y se que le tenia mucho cariño.
Por suerte al ser un vampiro sus heridas sanaban rápido y ya estaba bien, solo tenia algunos rasguños y un tono de piel mas grisáceo de lo normal.
Me volvió a mira pero esta vez con unos ojos rojo intenso. Abrió la boca sacando sus colmillos.
—Marshall...
El vampiro se abalanzo sobre mi y me tumbo el la cama sujetándome de las muñecas. 
Estaba asustado, sabia lo que venia ahora y también sabia que dolería.
Cerré los ojos con fuerza cuando sentí los colmillos de Marshall lee rozar mi cuello. Lo escuche gruñir y comenzó a temblar. Algo le sucedía, el rey de la nochesfera que yo conocía no habría dudado en morderme y arrebatarme toda mi sangre hasta saciarse.
—¿Marshall?
—perdóname no quiero volver a hacerte daño—dijo el vampiro con voz ronca. —pero es que tengo mucha sed.
Empezó a jadear desesperado.
—Bebe un poco—le di permiso—pero no te pases, si me matas no podre darte mas.
El pelinegro asintió y aun algo indeciso me mordió con fuerza.
—¡Ahh! —grite de dolor aunque sonó casi como… ¿un gemido? ¿acaso me estaba gustando que el hiciera eso?
Comencé a removerme en la cama inquieto y excitado, con una repentina erección haciendo presión contra mi pantalón.
—…Marshall…—gemí su nombre haciendo que dejase de beber de mi cuello y prestara mas atención a lo que me sucedía. 
Los labios del vampiro estaban manchados de mi sangre y hacia verlo mas tentador.
*mierda Gumball en que te estas convirtiendo*
Sin prestar atención a lo que decían mis pensamientos lo bese notando el dulce y casi empalagoso sabor de mi sangre en su boca. 
Marshall correspondió el beso llevando una de sus manos a mi nuca atrayéndome mas hacia el y con la otra desabrocho mi pantalón e introdujo su mano tomando con fuerza aquella erección que tanto me molestaba.
—¡AHHh! —grite al sentir como me masturbaba.
—¿Te gusta mi príncipe? —me susurro en el oído mordiéndolo sin clavar sus afilados colmillos. 
Solté un sonoro gemido en respuesta y me abrace a el.
—Pues entonces creo que esto te gustara mas.
Dejo de tocarme y se separo de mi pasa descender su cabeza entre mis piernas y darme una lamida en la punta de mi miembro.
Mi espalda se arqueo cuando sentí esa juguetona lengua suya restregarse por aquel lugar.
—¡AHHH! —gemí con fuerza tirando de los cabellos carbón del vampiro haciendo que engullera por completo mi miembro.
Note como trato de reír y empezó un vaivén rápido.
Deje de pensar abrumado por el placer que estaba sintiendo. Habían sido dos semanas desde que no lo hacíamos, desde que me amarro a la cama y me follo cuando debía de estar en una reunión con los demás príncipes de Aaa. Desde entonces no había dejado de sentirme frustrado y deseoso de volverlo a sentir dentro de mi, aunque en esta ocasión era yo el que de algún modo estaba dentro suya.
—M-Marshall…. No aguanto.. mas—dije entre gemidos incapaz de contenerme por mas tiempo. 
—mmn ¿me pregunto a que sabrás? —dijo con la voz mas ronca y provocadora el vampiro—tal vez a zumo de fresa o quizás a miel.
Marshall se relamió los labios y continuo lamiendo la punta y con sus dos manos deslizándose de arriba abajo por todo mi falo. 
Empecé a ver las estrellas a la vez que un hilo de saliva descendía por mi boca de tantos gemidos y jadeos que soltaba. 
—¡AAHHH! —grite cuando mi semilla fue liberada en la boca del rey de los vampiros.
Marshall lee lo trago todo y sonrió con burla.
—Zumo de frambuesa.
Me volví a poner rojo y le di un empujón para que se recostara nuevamente en la cama.
—Deberías descansar en lugar de andarte con bromas.
—No veo que te quejaras mientras te lo hacia—sonrió con superioridad sabiendo que me había dicho algo que no podría negar.
Lo ignore y arregle mi ropa bajo su atenta mirada rojiza.
—Duerme un poco. Voy a prepararte un sustituto de sangre para que no tengas que ir por ahí mordiendo a la gente.
—no muerdo a la gente, solo a ti. —sonrió divertido el vampiro.
Le lance una mirada asesina.
—precisamente por eso te lo voy a preparar.
Salí por la puerta y lo deje solo en mi habitación mientras yo me dirigí a mi laboratorio y comencé a preparar el brebaje. 
Una vez terminado contemple mi obra. Era un liquido color rojizo oscuro que olía bastante fuerte, con suerte Marshall podrá ingerirlo sin vomitar antes.
Lo vertí en una probeta de cristal y subí a dárselo para comprobar si surtiría efecto.

Aqui os dejo otro capítulo mas y con Yaoi (no se ni pa que escribo esto si nadie lo va a ver. Nadie le gusta mi yaoi  (╥_╥) ) bueno para aquel lector que no existe le dejo la esperanza de que abra otro capitulo con yaoi de bueno.
Y por cierto, aka abajo hay una estrellita muy kawaii, no da suerte ni na pero pobresica (~ ̄▽ ̄)~ nadie le la da, ni duro contra el muro ni fuerte contra el puente. Lo unico que quiere en su mirerable vida es que alguna fujoshi caritativa le de y haga que se vuelva narangita.

ESTO TE PASA POR IGNORARMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora