Droga

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Había terminado de fabricar la poción que aria que el rey de la nochesfera dejara sus afilados colmillos al margen de mi cuello. 
Subí de nuevo a mi habitación donde me lo encontré medio dormido, echo un ovillo bajo las mantas. 
Tenia rastros de lagrimas bajos sus ojos. Seguramente debió de haber llorado por la reina hielo justo cundo me fui, aunque el jamás lo admitiría.
—Marshall te traje el sustituto.
El vampiro se levanto sobresaltado y se limpio los restos de lagrimas de sus ojos.
—bien—dijo con voz apagada.
Lo deje sobre una mesita que había junto a la cama y le mire fijamente.
—¿estas bien?
—Si perfecto, solo tengo sed
Se bebió de un trago el contenido rosado claro del frasco e hizo una mueca por el sabor.
—pero si hace un rato bebiste de la mía
—siempre tengo sed—se encogió de hombros y se puso en pie. 
Se sujeto la cabeza y se tambaleo.
Lo tome en mis brazos a tiempo, antes de que callera al suelo. 
—¿seguro que estas bien?
Note como comenzaba a jadear y temblar en mis brazos.
Su mirada se ensombreció y me empujo con fuerza a la cama. El golpe me pillo desprevenido y tarde unos instantes en asimilar lo que estaba pasado, pero antes de que pudiera hacer algo Marshall se me tiro encima y me inmovilizo con facilidad.
Me volteo dejando mi cabeza contra la almohada y me desabrocho el pantalón para meter su juguetona mano dentro de mis boxer.
Tomo mi miembro con fuerza y comenzó a estimularlo con rapidez. Su mano se movía de arriba abajo haciéndome perder la cordura y arquear mi espalda.
—¡Ah!...d-detente—suplique. 
Todas estas sensaciones eran demasiado para mi. Nunca había sentido un placer tan grande, ni siquiera en las otras veces que lo hicimos. Ahora estaba actuando mas desesperado y ansioso y eso me excitaba demasiado. Mi miembro se sentía como gloria en las manos del vampiro que las movía con tal rapidez que el liquido pre seminal ya había comenzado a escurrirse y si seguía a ese acelerado ritmo me correría en unos pocos segundos mas.
—No… aguanto mas… AHHhh!! —gemí con fuerza cuando Marshall comenzó a acelerar aun mas. Me retorcí tratando de aumentar mas el placer que me inundaba en estos momentos.
Mi cuerpo temblaba. Hacia mucho calor y me faltaba el aire.
—AAHHHmmm….ah 
Una fuerte oleada de placer me hizo correrme en la mano del rey de la nochesfera. Pero ni eso lo detuvo. Siguió masturbándome usando mi propio semen como lubricante para ir aun mas rápido.
Mi miembro volvió a endurecerse y a soltar mas liquido blanco.
Desde luego hoy Marshall estaba haciendo que lo disfrutara a lo grande.
—Te gusta mi príncipe —gruño con voz ronca en mi oído.
Me tomo con fuerza por detrás haciendo que levantara mi trasero sin detener su mano.
Note un bulto en mi entrada que comenzaba a restregarse contra ella bajo la ropa que ambos aun portábamos.
—M-Marshal Ahh…
—Gime, no parare hasta que ya no te puedas correr mas— me susurro el pelinegro restregando su endurecido miembro contra mi, transmitiéndome lo sobre excitado que estaba.
No hizo falta mas que su juguetona mano y su excitado miembro para que me volviera a correr manchando las sabanas.
Las gotas de sudor recorrían mi cuerpo dándome ligeros escalofríos. Mire a mi enemigo con derechos. Sus mejillas estaban teñidas de rojo contrastando con sus brillantes ojos. Tenia un enorme bulto en sus pantalones y sudaba casi tanto como yo.
Sonrió y volvió a deslizar su mano sobre mi miembro ya exhausto de haberse corrido por segunda vez.
—Ahhmm..ah ..ahh
Me estaba asustando. Esta excitación que sentía me aterraba. Mi cuerpo estaba a su total merced, si quería hacerme algo, en estas condiciones le seria fácil hacerlo.
Me retorcía de desesperación, estaba muy sensible y cada ligero roce me hacia gritar de placer. Había comenzado a lloriquear y un hilo de saliva se derramo por mi boca.
Suplicar ya no serviría de nada pero si Marshall no se detenía podía incluso perder la consciencia 
Sentía como si me estuviera haciendo pedazos.
—¿Qué mierda me diste?
La pregunta del vampiro me pillo desprevenido, no entendía a que se refería.
—¿que? AH!!..
—ese liquido rosa ¿Qué era? No era sangre ni ningún sustituto de ella.
¿Rosa?... un momento. ¡No! No no no, no puede ser. ¿Cómo pude ser tan tonto? Había dos pócimas en mi laboratorio. Una rojo oscuro que era el sustituto de la sangre y la otra… era un excitante, una droga que el príncipe bultos me pidió para poder ligarse a ese chico que le gusta…
Debí confundirlas en el momento de llevármela.
—Lo lamento…ah.. me confundí.. E-era un excitante—logre decir entre jadeos incontrolados.
—¿Una droga? ¿y que hacías tu con eso? —Marshall se acerco a mi oído—parece que alguien es un pervertido.
—Ahh… yo no soy-y ningún…pervertido AHHH!! —gemí corriéndome por tercera vez.
—¿A no? —Marshall—me mostro su mano manchada de mi semilla. —Tu eres mi chicle pervertido.




Bueno aquí esta otro capitulo mas. Ennprincipio hiba a ser mas largo pero me canse y decidi dividirlo en dos, este y otro mas que lo publicare... CUANDO LAS ESTRELLAS SE ALINEN!! XD mas o menos por esa fecha.
Y como siempre digo:
--QUE LA DIOSA DEL YAOI OS ACOMPAÑE

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