11. Te lo prometo.

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Pasaron un par de días, las cosas en Derry cambiaron, mi mamá cuando llegué estaba desesperada y llorando. Los chicos me pidieron explicaciones, ya que no sabían que mi mamá había pasado por Pennywise, estaba llorando como una magdalena en apuros, Richie casi le dice que besé a Bev, si no fuera por Bill que le pegó un codazo mi mamá se enteraría de que di mi primer beso, sabía perfectamente que no era lo más importante de esa conversación pero me dió igual. Me encontraba con Bev y los chicos sentada.

Tuve visiones, no me tomen de loca. Pero sí, las tuve, éramos nosotros en muchos años, al rededor de 20 años.

—¿Fue como una premonición? —Preguntó Stan y negué.

—Fue una visión, éramos como nosotros de adultos.—Sonreí, ya que recordé que Bev y yo estábamos de la mano.—Tal vez teníamos la edad de nuestros padres, mientras luchabamos con eso otra vez.—Bill suspiró.

— Juren que s-si eso regresa, volveremos para matarlo.— Dijo Bill quién agarró un pedazo de vidrio del suelo, íbamos a hacer una promesa de sangre, cortó su mano, después la mano de Richie.

—Carajo.—Se quejó.

Nos fuimos haciendo un cortajo cada uno y después nos agarramos las manos. Ninguno lo rompería, o eso espero, aunque sé que somos un grupo, somos los perdedores, todos perdimos nuestros miedos, hasta Eddie, que perdió su miedo al SIDA, después de varios minutos volvimos a sentarnos, Stan habló.

—Bill.—Lo miró.—Te odio.—Dijo él para después dedicarle una linda sonrisa causando que rieramos. Su cabeza estaba vendada por lo que esa cosa le había hecho.

Y así se fueron yendo, uno por uno, hasta que solo quedábamos Bill, Bev y yo.

—Creo que me iré, chicos. Mi mamá me debe estar esperando preocupada.—Dije, Beverly también se levantó.

—Te acompaño, amor.—Dijo provocándome un escalofríos.

—Adiós Bill.—Le dijimos las dos.

Caminamos hasta salir de ese lugar.

—No te doy la mano porque está llena de sangre.—Dijo y reímos, ya que algo así dijo cuando nos conocimos. Caminamos sin decir nada una o dos cuadras, su cabello se reflejaba por el sol y la brisa, jamás me canso de admirarla, es la maldita obra de arte más hermosa.

—Uh, pasado mañana es mi...—

—Tu cumpleaños, lo sé.—Dijo Bevvie, reí.

—Entonces puedes venir ese día a las 5 de la tarde, si gustas.—Dije.

—Con gusto iría.—Dijo y se sonrojó.

—No te cambiaría por nada.—Solté de la nada, porque era la cruda verdad.

—Yo tampoco, pero ¿A qué viene ese comentario?—Río, ella me miró y me puse delante de ella.

—Que no te cambiaría por nada ni nadie, que amo cada maldita parte de tí, tus ojos, tu cabello, tus labios, tu forma de ser, absolutamente todo eso lo necesito en mi vida para que sea completa.—Solté.

_Yo no tengo a nadie además de tí, Jude.—Me miró fijamente, sus ojos me estaban derritiendo.

—Tienes a los chicos.—Dije cada vez más nerviosa ya que cada vez se acercaba más a mí.

—Sí, pero tú... Tú me encantas.—Dijo cuando chocamos narices.

—Tú también me encantas.—Dije.—No pienso perderte nunca, Bevvie.

—Yo tampoco Juddie.-Dijo y sonrió, se acercó aún más.—Te quiero, y no como amigas, amor.

Cuando dijo eso me besó, me besó como la otra vez.

—Yo también te quiero, aún más.—Sonreí mientras la besaba devuelta.

—Creo que es hora de seguir caminando.—Dijo Bev y hicimos esa acción, nos tomamos de la mano, ella me miraba mientras caminabamos, seguí pensando si decirle, hasta que decidí por decirle todo.

—¡Basta!—Dije soltandola de la mano.

—¿Qué pasó?—Dijo preocupada.

—Estoy cansada de sentirme incomoda besándote, tocándote, diciéndote "amor" y "cariño", simplemente amarte y no ser absolutamente nada.—Dije.

Beverly me miró y me hipnotizó con sus ojos y su sonrisa.

—Sólo... ¿Por qué seguimos siendo amigas?—Pregunté.

—Oh, cariño... Jamás hemos sido ni hemos actuado como amigas.—Tenía razón, ningún tipo de amigas actúan como nosotras, se acercó y me besó.-Dame el permiso de estar junto a tí.-Dijo.

—Permiso concedido.—Contesté.—¿Pero qué van a pensar los demás?—Pregunté.

—¡Te lo estoy preguntando a tí, no a ellos?—Dijo y rió.—La sociedad prefiere vernos peleadas que de la mano. Y yo, quiero que estés a mi lado, siempre.—Me miró.—Como te amo maldita sea.

—Jamás me dejarás ¿Es una promesa?—Pregunté.

-Promesa.- Unimos nuestras manos.

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So, creo que este es el final, aunque faltaría el epilogo (si lo haré) y los extras, es una historia bastante corta y realmente disfruté escribiéndola, siento que fue una de las mejores que escribí, gracias por los votos y comentarios, el apoyo principalmente ❤

-Skyy

Hey, Jude. ♀Beverly Marsh.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora