Hey, Jude. ♀Beverly Marsh.

2. Aguas grises y tampones.

Jude.

Nos pusimos en la fila de comidas, la fila es más larga que la vida de mi bisabuela, murió a los 94 años.

—¿Quieres pizza u otra cosa?—Le pregunté. Ella levantó sus hombros, se la veía confundida.

—Lo que sea, casi nunca almuerzo, no sé qué clase de comida hay, jamás tengo dinero, y además pasa de todo aquí.—Dijo mirando para sus costados, tratando de analizar a las personas a su alrededor.

—Yo siempre me siento sola, mucha diferencia no hay.—Sonreí con amargura.

¿Por qué solo la gente hipócrita tiene amigos?

—Ya no te vas a sentar sóla.—Me dijo.

Ya no te vas a sentar sola.
Ya no te vas a sentar sola.
Ya no te vas a sentar sola.

¿Esto es real?

—¡Te dije que me guardes el lugar, Richie. No que lo tomes!—Dijo un chico de pelo castaño y pecas, invadiendo los pensamientos.

—Vamos Eddie, no pasa nada, sólo me voy a quedar contigo en la fila.—Dijo "Richie" el chico de anteojos a "Eddie"

Beverly y yo nos miramos con gracia, porque prácticamente se estaban peleando por un lugar, en el cual pueden estar los dos.

—Chi-chicos, no s-se pe-peleen. To-todos nos es-están mi-mirando.—Dijo William, mi compañero de matemática, ¿Cómo le decían? ¿Billy? ¿Bill?

—Chicos, ¿Saben que los dos pueden estar ahí, no?—Les dije tratando de ser amable, "Richie" se dió vuelta.

—Te lo dije, Eddie.—Le sacó la lengua.

Que maduro. Pensé con sarcasmo.

Eddie rodó los ojos.

—¡Hey perdedores!—Empujaron a Stan, al chico que conocí ayer, haciendo que se le salga su kipa*. A el que lo empujó, lo reconozco como Patrick Hockstetter, afirman que ahorcó a su hermano bebé, sólamente por celos, los rumores dicen que es porque su padre lo abusó de niño, hay muchos rumores que corren por esta escuela. Rumores malos.

kipa*: el gorro que utilizan los judíos.

{ 1:35 p.m }

| Loser's club |

—¿No te meterás?—preguntó Richie.

—No, son aguas grises.—Dijo Eddie rápidamente.

—¿Qué son aguas grises?—Preguntó el chico de anteojos.

—Simplemente pis y mierda, solo te digo.—Dijo Eddie.

Richie agarró una rama, la mojó en esa agua y la olió.

—¿Qué haces?—Preguntó Eddie.

—No huele a caca para mí, señor.—Dijo Richie con una voz extraña.

—¡Chicos!—Gritó Bill, todos se dieron vuelta a verlo, él tenía un zapato en la mano y lo estaba apuntando con la linterna.

—No me digas que...—Empezó a decir Stan.

—No, Ge-Georgie tenía bo-botas—Se fijó adentro de la zapatilla.

—Es de Betty.—Dijo Richie.—Pobre ¿Se imaginan a Betty andando por aquí con un sólo zapato?—Eddie lo miró con ironía.

—Yo me voy, no quiero desaparecer.—Dijo Stan.

—Me uno.—Dijo Eddie.

— Ca-capaz si-sigue aquí, si yo fu-fuera Betty me gustaría que me bus-buscaran.—Dijo Bill. —¿A ustedes no?

—Si, ¡pero no queremos desaparecer!—Dijo Eddie.

Escucharon un quejido atrás de ellos, estaba Ben, el chico nuevo sangrando.
—¡No se queden mirando! ¡Ayúdenme!—Gritó.

[...]

—Hija, si pasas por la farmacia cómprame esto.—Me dió un papel con letra en jeroglífico y la firma del doctor en serbio.

—Okey, voy ahí directo.—Dije y salí

Voy a recorrer el centro por milésima vez, porque por acá no hay muchos lugares para divertirse, de hecho, no hay casi ninguno. Solo algún que otro parque y un río. El único lugar realmente bueno es un arcade. Hubiera traído a Nicole para que me acompañe, qué tarada que soy. Volviendo al tema, faltan dos cuadras para llegar y ya me duelen los pies, hace falta mucho deporte. Demasiado diría yo.

Entré y ví a los perdedores con un par de dólares en la mano, decidí no meterme, aunque sabía que esa desicion no duraría mucho.

—¡Perdón!—Exclamé cuando sentí que me había chocado con alguien.

—No pasa nada... ¿Hola Jude?—Preguntó extrañada.

—Hola Bev, ¿Qué haces aquí?—Pregunté y ella se puso nerviosa sin ninguna razón.

¿Hace falta decir que no creo en las casualidades? Los chicos, Bev y yo en el mismo lugar, a la misma hora, sin darnos cuenta.

—Vine a comprar... Ya sabes, tampones.—Dijo con un poco de culpa.

—Oh, no sientas culpa, es normal. ¿Necesitas ayuda?—Ella asintió.—¿Qué necesitas?

—¿Cuáles me recomiendas?—Pregunta con cierta intriga, no es muy experta en esto.

—Éstos, son realmente buenos y no salen caros, lo único es que son un poco grandes, depende de tu elasticidad.—Subí mis hombros.

—Muchas gracias, los voy a probar.—Dijo apenada pero agradecida. Los agarró.—¿Tú qué vienes a buscar?

—Unas pastillas para mi mamá, ¿Me acompañas a la caja?—Pregunté.

—¡Claro!—Dimos la vuelta para ir a la caja, pero nos encontramos cara a cara con los perdedores y un peculiar diálogo.

—No nos alcanza para nada, Stan. No trates.—Exclamó Eddie muy exaltado.

—Uh, ¿Hola?

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¿Quién creen que desaparezca en el siguiente capítulo?

-harrywish