Akaashi tú pastor. (AkaBoku/KurooAka/AkaKen)

#11

Al llegar a la habitación, prendí la luz y cerré la puerta, cerré las cortinas de las ventanas y dejé mi bolso a un lado de la cama.

–Hey, deja tu bolso ahí– Akaashi señaló el lado de la cama. Luego de esto, Akaashi se puso detrás de Bokuto, abrazándolo.

–Bokuto...– Tomó una pausa para respirar– Quiero que...– Tomó otra pausa para respirar y agregando más tensión– Me la metas– terminó casi susurrando la frase, escondiéndose en la espalda de Bokuto.

–¡¡¡¿QUÉÉÉ?!!!– Estalló Bokuto, petrificado, no sabía que más decir ni como reaccionar.

–Eso– ¿Por qué él dijo estas palabras? Se cansó de ver el lado pasivo de Bokuto, quería verlo rudo y dominante.

–Si lo hago mal ¿no te molestará?– Bokuto nunca había algo así ni parecido, lo único que podría servirle de enseñanza es lo que Akaashi hacia.

–Claro que no, pero algo sabes ¿cierto?– Akaashi seguía tan sereno como lo era comúnmente, a Bokuto le preocupaba que por eso no soltara algún gemido o jadeo, y eso no sería nada gratificante para él.

– Dime, ¿es verdad lo que me estás pidiendo? Nunca pensé escuchar algo así de ti, pensé que odiabas ser el pasivo...– Bokuto estaba confundido pero a la vez entusiasmado de hacer algo así.

– Claro que no lo odio, he sido pasivo en varias relaciones (especialmente Kuroo) – Tan directo fue Akaashi que hizo que Bokuto se impresionara más de lo que ya estaba.

– Entonces ¿me estás diciendo que no soy único para ti? – Además de impresión, sintió tristeza saber que él no era suficiente para Aka.

– Sí lo eres, pero verás, a veces me gusta... ¿Cómo decirlo?..– Aka intentaba ocupar una palabra "apropiada" para reemplazar el "me gusta que me den por detrás pero eres muy infantil y poco serio para pedirte eso, así que me aprovecho de eso para penetrarte" – Probar cosas nuevas– Una buena excusa.

– Bueno...– Bokuto estaba tan triste que sus ojos se cristalizaron, pero no caía ninguna lágrima. –Mientras estés conmigo, y nunca te separes de mí, estará bien– Bokuto tomó de las manos a Aka y lo lanzó sobre la cama, procedió a besarlo sin compasión en el cuello, mientras con sus manos desabrochaba los botones de su camisa.

– Haré lo que me pediste – Un tono pícaro y serio salió de la voz de Boku, algo que Aka no esperó escuchar de él.