1. Un tropiezo y un nuevo amigo no tan nuevo y no tan amigo.

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Hola, esta es la primera vez que escribo un libro, o al menos me propongo hacerlo y mi intención es llegar hasta el final ¡Espero que les guste! 💜💜



Me despierto aturdida por el ruido de mi alarma, desesperada intento apagarla pero estoy más dormida que despierta y eso me dificulta poder callar ese aparato.

Cuando por fin doy con el, lo apago, me tiro en la cama y pienso

-¿Por qué tengo una alarma un día domingo? será que el destino no quiere que duerma tranquila...

En eso, se abre la puerta de mi habitación de golpe y entra mi madre, que aún seguía en pijama -Ese destino se llama Margaret, ósea yo, tu mamá-dijo enfatizando lo último.

Creo que pensé algo fuerte

-¿Y por qué pusiste una alarma a esta hora, y un domingo? -pregunté entre bostezos.

-Porque si no te pongo una alarma te levantas súper tarde y perdemos mucho tiempo, además hoy es tu último domingo de vacaciones, así que debemos aprovecharlo al máximo -Explico ella gesticulando sus manos, con entusiasmo.

Normalmente mi madre y yo aprovechamos los fines de semana al máximo, porque el resto de la semana ella está trabajando, y aunque llega temprano de su trabajo no salimos de noche, por eso cada fin de semana mi madre y yo nos ingeniamos algún plan, para salir al parque, al cine, cocinar algo en casa, ver películas, y cosas así, es un tiempo entre madre e hija, aunque casi siempre vienen mis amigas y se quedan en mi casa, y eso hace nuestros fines de semanas muy especiales.

-Esta bien, esta bien, dejame al menos terminar de levantarme, y arreglarme, no pretenderás que hagamos planes y yo en estas fachas.
-digo señalándome.

Mi madre me mira divertida y suelta una carcajada -tienes razón, te dejo para que te arregles, pero ve pensando algo. -dijo sin más, marchándose y cerrando la puerta a su paso.

Me levanto de la cama y me dispongo a darme una ducha así que me dirijo al baño, me quito la ropa, y me meto a la regadera.

siento el agua tibia caer en mi espalda y relajarme.

Ya hoy es mi último domingo de vacaciones, mañana comienzan las clases. La verdad no es algo que me mate de alegría, pero si me emociona que este es el último año, me graduare junto a mis amigas, y eso lo hace aún mejor. Pero el hecho de que comience el año escolar hace que algunos fines de semana mi mamá y yo no podamos hacer planes porque estoy ocupada con mis cosas del colegio, y eso me pone algo triste, porque disfruto compartir con mi mamá, esos momentos a su lado me llena el alma, me llena de fuerzas, y se que a ella igual.

Salgo de la ducha, me coloco la toalla alrededor de mi cuerpo, y me dirijo al lava manos y cepillo mis dientes.

Al terminar salgo del baño, camino hacia mi armario para buscar algo que ponerme. Decido usar un short claro, una camisa blanca de tiros, y unos zapatos deportivos blancos.

Voy al espejo, suelto lo que queda de la coleta que me hice ayer en la noche para dormir «Duermo bastante mal, la verdad», desenredo mi cabello, termino por dejarlo suelto, y salgo de mi habitación.

Comienzo a bajar por las escaleras visualizando a mi mamá sentada en el sofá mirando televisión con una taza de café en su regazo, me mira divertida y sonríe.

-Que linda te ves cuando no parece que acabas de resucitar hija -dijo en tono burlón.

-Que divertida eres mamá -digo con sarcasmo haciéndola reír.

-Vamos cielo, era una bromita, y por fin ¿pensaste en algún plan para hoy? -dijo cambiando de tema mientras bebía de su café.

-Okey, okey, si se me ocurrió algo, que tal si hacemos unas pizzas y compro unas películas para verlas aquí.

La chica mas linda que conocí©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora