Nunca te perdonaré.

capítulo 18

Narra _______.

Me desperté entre unos brazos fuertes y definidos y sabía perfectamente de quienes eran.

Me levante con cuidado pues no quería despertarlo.

Lo mire por unos instantes y bobamente sonreí. 

Tenía que irme, pero no quería que se despertara, se veía tan dulce durmiendo. Así que tomé una hoja de mi libreta y escribí.

«Me tengo que ir, Louis se pondrá loco. Te veré luego. Adiós. »

Caminé a la puerta, la abrí, lo mire por ultima vez y me fui.

Entré a casa, creo que Louis no sabe que no pasé la noche aquí, porque aparte no me ha llamado.

Intento no hacer ruido y me encierro en mi habitación.

Me ducho, me visto y salgo en dirección a la cocina. Ahí me encuentro con Louis ya despierto.

—Hola— digo algo nerviosa.

—¿Ya no estas molesta conmigo?

Su pregunta me sorprende pero contesto:

—Lo he pensado, y creo que todo esta olvidado... tú querías lo mejor para mí.

Él asiente y encorva sus labios.

—Gracias ________... te quiero mucho, hermosa, y me duele que estés enojada conmigo.

Yo sonrío y me acerco a él, lo abrazo y le susurro al oído:

—Yo también te quiero hermanito.

El momento es tan conmovedor que temo llorar, amo a mi hermano y sé que no debo estar enojada con él.

Pasan las horas y recibo una llamada de Zayn invitandome a salir. Dice que es parte del trabajo para enamorarme de nuevo. Sonrío al escuchar eso.

Quedamos en una hora en el Jolliyn's y de ahí, irnos a donde queramos.

Ya casi estoy lista, me puse un vestido color verde menta, zapatos color perla de tacón, no tan altos pero lucen.

—_______ ¿A dónde vas?— preguntó Louis a mis espaldas. Me detuve, pues estaba a punto de salir.

—Quedé con Sam—mentí, y antes de que él diga algo añado— Y sí, voy así de arreglada ¿Algún problema?

Louis me mira perplejo, niega con la cabeza y yo, salgo de casa.

Al cruzar la esquina, lo veo recargado en el capo del coche, trae gafas de sol y esta vestido totalmente de negro.

Camino hacia él y me hormiguea la piel. Hago sonar mi garganta y él se gira rápidamente. No puedo ver sus ojos, pero deduzco que lo sorprendí. 

—Hola, nena— dice tras pasar su mirada por todo mi cuerpo. Siento mis mejillas arder y logro sonreír.

—¿A dónde vamos a ir? — dije después de montarme en el auto.

—Quiero sorprenderte.

Siempre me sorprendes. Quiero decir esas palabras, pero me las trago.

Miro por la ventana y en la radio suena una canción que mostraba mi vida hoy en día, y al escucharla torpemente sonreí.

—¿Por qué sonríes? —dice Zayn.

—La canción, no sé, me gustó ¿No sabes quién la canta?

Zayn sonríe y contesta:

—Malú.

—¿Quién?