Capítulo único.

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Esto estaba publicado en mi otra cuenta, pero se me olvidó la contraseña y la del correo con la que la vinculé... estoy así ":VVVVVVVVVVVV" así que volví aquí je je

igual es algo bien raro y caca, se los advertí

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Su primer encuentro con el chico de cabellos castaños y labios demasiado abultados no había sido algo que presumiría a sus demás amistades, a decir verdad, cada vez que Youngmin lo recordaba perdía el control del calor en sus mejillas y Donghyun las besaba acompañado de un guiño en sus ojos.

Ese día, Youngmin no esperaba encontrarse con algo más además de mucho alcohol, un sin número de cuerpos enérgicos bailando debajo de los reflectores en tonalidades violetas, y a su mejor amigo tirado borracho en el bar del lugar completamente despechado porque "yo la amaba, yo realmente la amaba y me dejó".

Nunca esperó ver a Sewoon de esa manera en su vida.

Pero lo que sus despistados ojos pudieron enfocar sin problemas fue la sonrisa, la mirada coqueta, y el movimiento sensual que el chico a un par de metros de él mismo le dedicaba sin descaro alguno. Como si hubiese estado premeditado, como si pudiera siquiera ignorar el movimiento de caderas con el que ese tipo joven bailaba y excitaba a quién sea que lo estuviese viendo.

Youngmin se había mordido los labios negando sus deseos carnales porque, dios, estaba allí para rescatar a Sewoon, no para encontrar un ligue rápido, y bastante sexy.

Algo en su pantalón estaba comenzando a reaccionar cuando el tipo de cabellos castaños lamió sus labios sin despegar la mirada. Había bebido antes de recibir la llamada de los dueños del lugar que sentían pena por el joven músico, no estaba en sus completos cinco sentidos. Lo normal es que Youngmin se avergonzara tanto que desviara la mirada y todo el contacto que hubo se desvaneciera casi tan rápido como comenzó, pero ahora sus piernas se movían solas y el chico allí, con esa sonrisa coqueta, encantadora, lo estaba esperando casi tan ansioso como lo estaba el mismo Youngmin.

—Hey, chico. —Alzó una ceja ante el gorila que se había parado en frente suyo obstruyendole el paso—. ¿Eres "Youngmin"? ¿el amigo del llorón de ahí?

—Aah... —Youngmin volteó por última vez hacia la hermosura en persona que iba a perder para siempre y comenzó a caminar detrás del inmenso tipo—. Si, perdón por el teatrito... la quería mucho.

—Créeme, todos aquí ya lo sabemos.

Youngmin había tomado el cuerpo de su amigo después de unos largos diez minutos donde Sewoon no quería levantarse y lo sacó arrastrando del lugar.

Fue decepcionante ni siquiera haber podido intercambiar palabras con el chico de labios sexys.

—Oye bonito, ¿me recuerdas?

Casi una semana después Youngmin terminó atragantándose con el liquido que previamente bebía estresado por las evaluaciones futuras en su universidad, intentando respirar en medio de su descontrolada tos mientras ese chico se sentaba junto a ellos en la mesa de las comidas rápidas, dentro de un centro comercial. Sewoon alzó una ceja confundido pero prefirió ayudar a su amigo, dándole golpesitos en su espalda mientras sonreía cuando el nuevo había comenzado a hacerlo en su dirección.

La sonrisa del chico era contagiosa y muy hermosa.

Una vez seguro que el aire pasaba fluidamente por sus pulmones Youngmin deseo de verdad haberse ahogado en ese momento.

—Soy Donghyun, por cierto —La mano extendida y una sonrisa brillante, el par de amigos se había encandilado con ella—.

Después de ese segundo encuentro, Youngmin no pudo negar que la atracción seguía igual de fuerte a pesar de no tener ningún grado de alcohol en la sangre.

Pastel de arroz ➸ dongpacaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora