Déjame ser tu chico victoriano [LysandroXSucrette]

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Antes del accidente

— ¿Plan? — Arqueo una ceja.

— ¿Y si su abuela tuviera que mudarse? — Dije mirándolo — Nina tendría que irse con ella.

— ¿Cómo vas a lograr que su abuela se mude? — Preguntó — Lleva 15 años en esta ciudad dudo que lo haga.

— Debe ser una abuela común — Dije restándole importancia — Le deben de gustar los bingos y esas cosas de apostar.

— ¿Bingos? — Río él — ¿Qué tienes en mente?

— ¿Harías algo por mí? — Lo mire — Bueno, por nosotros.

— Iría hasta la luna y te la traería si eso quisieras, Bella dama — respondió tomando mi mano y besándola.

— Averigua todo acerca de la abuela de Nina — finalice.

— ¿Cómo haré yo eso? — Arqueo una ceja.

— Acercándote a Nina.

— ¿Acercándome?

— Si.

— Lo intentare — Dijo mirándome — Ahora dejemos de hablar de Nina y concentrémonos en nosotros.

— ¿Estás cansado? — Pregunté mientras lo empujaba levemente sobre la cama.

— Nunca me canso estando contigo.

— Te amo Lysandro.

— Yo te amo más — Respondió besándome.

— Claro que no — Dije entre besos.

— Claro que si... — Contraatacó jadeando, mientras subía en el, el ambiente en la habitación se estaba calentando y yo iba a aprovecharme de eso, sus manos pasaron de mis caderas a mi trasero y las mías estaban desabotonando el pantalón de Lysandro que tenía una gran ereccion, él lentamente bajaba mis pantalones junto a mi ropa interior.

Mis labios y los suyos se fundieron el uno al otro igual que nuestras partes íntimas, sus penetraciones eran lentas pero iba acelerando su ritmo.

Minutos después Lysandro y yo tuvimos nuestros orgasmos finales.

Mi cabeza estaba en su pecho y allí dormí.

~~~♡~~~

La mañana siguiente fue bastante ocupada, Lysandro salió a encontrarse con Nina en un restaurante donde desayunarían y ,con disimulo, Lysandro sacaría información sobre su abuela y sus padres mientras Rosa y yo buscábamos a su abuela en un lugar de bingos donde rifaban cosas de cocina y hoy era la oportunidad para ganarse una olla más grande que yo ¡Bien!

Lysandro

— Y Nina... Cuéntame algo sobre ti.

— Todo lo que quieras.

— Bien... ¿Hace cuánto tienen la casa de tu abuela? — Realicé mi pregunta y al parecer le afectó, su cara cambió radicalmente.

— Mi abuelo murió allí...

— Y-yo.

— Esta bien... Murió cuando tenía cinco años, mi abuelo compró esa casa hace treinta años, le dejo todo a mi abuela, mis padres nunca han estado conmigo así que me crié allí.