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Sucrette

Rosalya llegó llorando a mi departamento cuando estaba con Lysandro, al parecer ella y Leigh terminaron por alguna razón que hasta el momento desconocíamos tanto Lys como yo, llevábamos una hora y media tratando de consolar a Rosa cuando Leight llamo a Lysandro pidiéndole que ya nos fueramos.

No puedo dejar a Rosa.

— Lys...

— Vamos con Rosa, no te puedo dejar y tampoco quiero que la dejes — Respondió calmado con una sonrisa.

Entramos en el auto y se tornó un silencio incómodo entre todos.

— ¿Nos vas a decir que fue lo que sucedió? — Pregunté mirándola, Lysandro se fue.

— Tuvimos una pelea — Respondió limpiándose las lagrimas, no ha parado de llorar desde que llegó al departamento — Estábamos en la tienda muy felices y enamorados como siempre... Llego un chico y comenzó a coquetearme, le dije a Leight que lo ignorara, cuando estaba organizando unas cosas en los estantes el chico paso y me toco la parte trasera de mi cuerpo...

— ¡¡TE TOCO EL TRASERO!! — Grité mirándola, ella asintió con la cabeza.

— Leigh se molesto y saco una parte de el que jamas había visto... Lo golpeó.

— Espera ¿Leigh golpeó a alguien? — Pregunte y mire a Lys através del espejo retrovisor por que eso es nuevo, es como si Lysandro golpeara a alguien, ellos no son el tipo de personas que golpearían a alguien, ellos son el tipo de personas que solucionan los problemas con Dialogo y bellas palabras poéticas, pero en cierta parte entiendo a Leigh... Aunque eso no significa que eso estuvo bien.

— Exactamente... Me moleste mucho y lo grité, él me dijo que si tanto me molestaba que me defendiera me fuera con el chico y dejáramos las cosas hasta ahí — Rompió en llanto... Otra vez.

— Calmate Rosa — Dije mirándola y limpiando sus lagrimas — Las cosas estas muy recientes, espera a mañana e intenten hablar.

— Esta bien...

~~~♡~~~

Cuando llegamos los padres de Lysandro nos recibieron con un enorme abrazo y una sonrisa, nos guiaron al comedor donde se encontraba una deliciosa cena y un gran pastel.

— No se tenían que molestar — Dije abrazando a mis... Suegros — Gracias, de verdad gracias.

— No tienes por qué agradecer — Lysandro nos ha hablado mucho de ti, y teníamos que hacer algo especial para la chica especial de nuestro hijo.

— ¿Y Leigh? — Preguntó Lysandro, es la primera cosa que dice desde que subimos en el auto.

— Descansando — Respondió la madre de Lys — No se sentía muy bien.

Me lo imagino.

Tuvimos un momento agradable mientras comíamos, todo estaba muy delicioso y la conversación nunca murió, los padres de Lysandro son muy agradables pero el problema fue cuando nos íbamos a ir a dormir.

Los padres de Lys aceptaron que el y yo durmieramos juntos igual que Rosa y Leigh.

— No me gustaría molestarlo si esta durmiendo — Dijo ella — ¿Podría dormir donde los invitados?

— Claro — Respondió el padre de Lysandro.

Estábamos durmiendo cuando unos golpes en la puerta me despertaron, giré para decirle a Lysandro pero no estaba.

— Siga — Respondí con voz de recién levantada.

— ¿Sucrette?

— ¿Leight? — Susurre y me senté — ¿Estás bien?

— S-Si — Respondió con voz de haber llorado — ¿Esta bien Rosa?

— Si, pero creo esta dormida — Respondí.

— ¿Me odia?

— Claro que no — Dije tranquilizandolo — Solo esta algo deprimida por lo sucedido.

— Yo nunca quise decirle eso — Soltó sentándose en la cama.

— Lo sé — Suspire.

— La situación se me salio de las manos — Lloró — No se por que reaccione así...

— Es normal — Respondí consolandolo — La amas y por eso reaccionaste asi.

— Si, pero no debí hacerlo.

— Nunca dije que debiste hacerlo.

— ¿Me ayudarás?

— ¿A qué?

— A conquistarla de nuevo y que me perdone — Dijo y yo reí.

— Claro que si... ¿Qué tengo que hacer? — Debería estar enojada, pero Rosa lo ama tanto o más a como amo a Lysandro y quiero que sea feliz — ¿Cómo te puedo ayudar?


— ¿Le entregarias esto por mi? — Preguntó entregandome una carta color beige con un corazón sellandola... No la leas por favor.

— No lo haré, no te preocupes... — Respondí y el me abrazo.

— ¿Qué pasa aquí? — Pregunto una voz a nuestras espaldas.

— Le estaba entregando la carta a Sucrette — Respondió Leigh, levantándose de la cama.

— Si ¿Dónde estabas? — Le pregunte a Lysandro.

— En la cocina, no podía dormir bien — Contestó volviendo a la cama.

— Volveré a mi habitación — Dijo Leigh — Gracias Su.

~~~♡~~~

A la mañana siguiente me levanté y Lys salió con Leigh y su padre, la madre de los hermanos estaba caminando por el campo así que estábamos Rosa y yo solas.

— Ten — Le extendí la carta a Rosa — Es de...

— ¡¡LEIGHT!! — Dijo agarrandola y corriendo a la habitación de Leigh, cerró la puerta con llave para no dejarme entrar.

—  ¿Rosa? — Pregunté tocando, no respondió y tampoco abrió la puerta, volví a la sala hasta que llegaron todos, comencé a alistarme para irme, estaba en la habitación donde nos hospedamos en la noche cuando unos fuertes brazos me rodearon.

— Gracias por ayudar a Leigh con Rosa — Me susurro Lys al oído.

— Solo tuve que entregarle la carta para que ella fuera a su habitación — Reí y me giré, el me levanto del suelo y comenzó a besarme mientras yo enrollada mis piernas en su cadera.

— Eso significa que están juntos en este momento — Dijo el.

— Eso es exactamente lo que significa — Reí, el me acostó en la cama y comenzó a besarme.

— Hora de irnos — Dijo interrumpiendo Leigh — L-lo siento.

— Esta bien — Reímos — ¿Qué tal las cosas con Rosa?

— Solucionado — Dijo ella apreciendo por la puerta.

— Me alegra — Respondió Lys saliendo con las maletas.

— No se aguantan las ganas ¿eh? — Comentó Rosa y yo la codie.

— Estamos locas y enamoradas — Reí.

— De unos chicos victorianos — Siguió ella.

Mi chico victoriano...


Déjame ser tu chico victoriano [LysandroXSucrette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora