Capítulo 7. Cagando el momento

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JOEY EN MULTIMEDIA
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A N A I D .

-¿Qué tal estas?-

-Sabes, no veo ninguna diferencia en todas-

-Mira las cajas-

-Bien. Estas me parecen bien Joey-

Pagamos las arras que no eran para nada diferentes a las demás, salimos de la tienda y seguimos caminando por el centro comercial. La compañía de Joey era muy cómoda, el poco tiempo de convivencia que llevo con él es lindo y hace el momento ameno.
Aun faltaba una semana para la boda, mi tía y mi madre estaban vueltas locas lo cual provoco que nos presionaran en comprar las arras.

-Perdona si lo pregunto pero el chico que está observándome como si quisiera matarme, ¿lo conoces?-

Mire a la derecha y vi un chico alto moreno muy atractivo para ser honesta. Él no nos quitaba la mirada especialmente a mí de encima el noto que lo mirábamos así que sonrió para pararse e irse.

-No sé quién sea, pero está asustándome-

-Sera mejor que volvamos a casa- asentí y caminamos en dirección al estacionamiento

(***)

Estaba aburrida; Joey se fue hace un rato, mis padres están en una junta de trabajo y Drake no sé dónde pepinillos este. Así que estaba sola. Mi única alternativa era Hanna, así que la llame por Skype

-Hasta que me recuerdas maldita-

-Vamos Hanna, nos vimos ayer en el colegio- Gruñido

-¿Cómo fue tu cita con Joey?- Pregunto con cierta picardía en su voz

-No fue una cita-

-Pero quisieras que lo fuera-

-Tal vez. Oye zorra, no muevas tanto la cámara estas comenzando a marearme- dije

-Lo siento delicada, solo que tengo una cita con bruno en media hora ¿Sabes qué significa? Probablemente tenga la noche de mi vida-

-Hanna, no es la primera vez que lo hacen. No entiendo la desesperación-

-Porque hoy es nuestro aniversario, Otras veces solo son por placer, el día que alguien te quite esa "preciada" virginidad lo vas a entender-

-No hablemos de eso-

-Bien. Tengo que irme, te llamo mañana deséame suerte-

Hanna cortó la llamada así que decidí darme una ducha, puse música como de costumbre y sentirme como si estuviera dando un concierto en mi ducha

¿Qué? ¿Soy la única loca aquí?

Después de un rato agradecí a mis fans el jabón y el bote de shampoo y salí de la ducha, ya en mi habitación abrí el cajón de mi ropa interior, tome mis bragas rojas dispuesta para colocármelas

-Sabes, me gusta más el color negro en la ropa interior pero el rojo creo que te va bien-

Pegue un grito al cielo, no puede ser.

SANTA VIRGEN DE LAS PAPAYAS.

Él estaba ahí, recostado en mi cama con las piernas cruzadas y los brazos sobre su nuca haciendo que sus músculos se vieran aún más marcados. Estaba examinándome de pies a cabeza, provocando que me aferrara más a la toalla

-¿Cómo entraste? Que haces aquí?-

-Te arrancaría esa toalla ahora mismo. Te vez jodidamente deliciosa- mis mejillas no podrían estar más rojas, baje la mirada no podía ni siquiera mirarlo a los ojos -Pero no vine a eso, no ahora-

No ahora...

-¿Entonces qué haces aquí?- pregunte

-Vengo a pedirte un favor.- Theo seguía mirándome, me sentía violada muy muy violada.

-¿Qué puedo hacer por usted Mr. Tatoos?- No parecía incomodarle para nada el apodo, sin embargo a mí sí me incomodaba la poca distancia que estaba tomando. Con su mano hizo mechones de cabello mojado hacia atrás, hundió su cara en mi cuello sintiendo su respiración y su delicioso aroma.

-Necesito quedarme esta noche aquí rubia- susurro

Un sentimiento extraño se formó en mi pecho, Lujuria. Apenas conociendo a Theo causaba emociones extrañas dentro de mí. Sentí sus labios húmedos sobre mi cuello ascendiendo hacia mi oreja, mordía mi lóbulo e inconscientemente ladeaba la cabeza

-¿Por qué en mi casa?- pregunte. Theo salió de mi cuello y entendí que había cagado el momento

Bien Anaid.

-Porque sé que aquí ellos nunca van a encontrarme-

-¿Quiénes son ellos?-

-Demasiadas preguntas rubia, iré a ducharme.-

Con confianza, ya sabes. Imbecil 

Comencé a vestirme colocándome un short de pijama y una blusa de tirantes, cuando escuche que tocaron la puerta de mi habitación ¿En qué momento llegaron? Abrí la puerta viendo a un Drake nada contento.

-Llegaste- dije nerviosa rogando que no se percatara de la presencia de Theo

-Nunca salí de casa Anaid.- oh mierda.

Mr. TatoosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora