Good old times

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"Te quiero, Maya"

Aquellas palabras seguían revoloteando en su cabeza. Se había quedado paralizada ante ellas, y no había respondido nada. Era la primera vez que alguno de los dos las mencionaba, y había sido tan hermoso como lo había imaginado, al menos para ella, que fue quien las escucho. 

No durmió esa noche, dándole vueltas al asunto. Estaba lista para decir aquellas palabras, para decirle que correspondía el sentimiento que le había declarado, y lo haría en la primera oportunidad que se le presentara, lo más pronto posible. Pero ese momento no llego.

Aún así el verano no se detuvo, siguió corriendo. Maya sólo intentaba seguirle el paso. Habían pasado ya dos semanas desde aquella noche que le había llenado de alegría por varios días, hasta que finalmente había vuelto a la normalidad. Habían pasado dos semanas sin ver a Josh ni una sola vez a pesar de estar ambos en la misma ciudad y frecuentar la misma casa. Su "padre" le había decidido que tendrían todas las comidas en familia, así que cada mañana desayunaban juntos antes de salir de casa, y cenaban cuando todos ya habían regresado por la tarde. Maya no podía quejarse, era un sentimiento grato ese de pasar tiempo con su propia familia, pero eso hacía que pasara menos tiempo con los Matthew. Cuando llegaba a casa de Riles, Josh ya se había ido, y al tener que irse, seguían sin haber señas del regreso del tío Boing.

Topanga siempre la miraba con condolencia cuando Maya se tenia que marchar. Odiaba que le sintiera lastima, pero le era imposible ocultar la decepción. Y nadie hablaba de Joshua mientras ella estuviera presente, sólo Riley.

-¿No ha pedido siquiera tu número?

-No

-¿Por qué no?

-No tengo idea, Riles.

-Quizá lo haya olvidado- respondió pensativa.

-Duerme en el cuarto de a lado, si lo quisiera podría pedirlo.

-Quizá le da pena conmigo.

-Es como tu mejor amigo, Riley, y tu tío.- Maya la miró con desesperación. 

-Algo no me da buena espina.

-Lo deje llegar muy lejos... -Riley la miró espantada. -¿Qué? No me refiero a eso, ¡Dios! - Riley se relajo un poco y tomo ligeramente la mano de su amiga.

-Todo estará bien.

-¿Me lo prometes? - La esperanza en la voz de Maya era estremecedora.

-No pue... - se le corto la voz.

-Lo se, porque tu nunca me mentirías.

-Porque el futuro es incierto. - El silencio en aquella casa, por primera vez en todo el tiempo en que se conocían, se volvió ensordecedor.


...


Su celular, sobre la mesa, vibro y se encendió la pantalla anunciando un nuevo mensaje. Riley lo tomó lo más rápido que pudo, y lo puso junto a ella en la banca.

-¿Quien es?- preguntó Maya.

-Lucas.

-He leído todos los mensajes cursis que ustedes comparten, no creo que sea peor.- Maya extendió la mano, y espero que le entregara el celular. 

"¿Entonces no puedes hoy?"

-No pues ¿que?.

-Quería ir a patinar hoy, quizá después -intento no darle importancia.

-Riley, no te detengas por mi. Siempre estaré aquí aunque lo prefieras a él. -Maya le dedico una sonrisa burlona.

-Entonces, ¿iras con nosotros? - aquello le borro la sonrisa.- ¡Anda! Podemos invitar a Farkle también, y sera como antes, como en los viejos tiempos dónde no había Josh.

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⏰ Última actualización: Nov 18, 2017 ⏰

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