Hablamos de todo. Le dije tantas cosas... Y aún así estaba vacía, aún así no sentía calor, no sentía nada. Ella no era nada. Hablé con ella de mis traumas, de mis miedos. Hablé con ella de todas esas cosas que me dolían y que nunca nadie había sabido. Se lo expliqué y pareció entenderlo o eso dijo...
"Estábamos tranquilas en su casa. Comenzamos a besarnos y yo no quería más, gritaba en silencio que era demasiado. Me subió la camiseta, yo apenas llevaba ropa. No quería pero no dije nada. Jamás quise eso y simplemente pude pararla a tiempo. Me equivoqué.
Al día siguiente iba a terminarlo todo, ella necesitaba algo que yo jamás le daría. Tenía que parar... Pero ella estaba mal. Otra vez en su casa, en el mismo sitio y con la misma cantidad de ropa. Esta vez éramos 3. Yo hablaba con mi amigo, y ella me abrazó por detrás. Metió la mano y... Y yo me callé. Enmudecí y me tragué todas las lágrimas. Sentí como el mundo era destruido bajo mis pies y yo caía en él. Sentí como me ardía la garganta, cómo me escocían los ojos, como me temblaba el cuerpo... Sentía el sabor de la sangre pero continué hablando con mi amigo. No le dije nada. Él no vio nada. Me equivoqué."