Por Siempre Tuya

Cap. 5 El placer del dolor 👿

Las calles despejadas en la oscuridad de la noche, al igual que la falta de transeúntes dejaban entrever que la ciudad de Luisiana dormía en un profundo sueño. Eran alrededor de las 4 de la madrugada hora local y solo algunas pocas personas se encontraban despiertas esas horas.

Uno que otro vehículo pasaba por las largas calles al lado de la ventana de Johnny, quien conducía la negra camioneta, seguido de la segunda que se encontraba detrás, con los hombres de Joker armados hasta los dientes. Johnny conducía a una velocidad moderada, no quería ser detenido por otra patrulla policial y que otro oficial idiota resultara muerto producto del temperamento de su jefe, que francamente había sido sumamente alterado en las últimas horas. No era para menos, después de lo sucedido y lo mucho que costo sacar a Harley de prisión, darse cuenta de lo que esos guardias le habían hecho...Sin duda habían arruinado su esperado reencuentro.

A Johnny no es que le importara la vida de los oficiales, eso es seguro, pero sin dudas estaba cansado y no quería complicar más la situación. Además, podía apostar que las autoridades estaban buscando encarecidamente a Harley y a su jefe. Las cosas se complicarían mucho más si eso ocurría, aunque claro, ellos siempre estaban preparados y listo para lo que fuese. Era parte fundamental de su particular oficio…

Johnny miro de reojo a Joker que estaba sentado a su lado de copiloto. A su jefe parecía no importarle la velocidad en que conducía la camioneta y eso era de extrañarse, ya que él era asiduo a la velocidad, acostumbrado a correr velozmente por el presuntuoso lamborghini llamando la atención de todos con sus brillantes luces de neón rosa y azul, igual que los cabellos de su chica. Johnny tenía el presentimiento que J parecía no tener prisa en llegar al Hotel.

La mirada de Joker estaba perdida, sin rumbo, pero a la vez con unos potentes ojos despiertos en el profundo negro que los envolvía. Jhonny se preguntaba como su jefe podía seguir despierto todavía a esas horas, llevaba varias noches sin dormir desde que habían estado planeando juntos la fuga de Harley. Él sabía perfectamente del insomnio constante de su jefe, pero este se había incrementado el doble cuando ella no estuvo a su lado y después de todo el ajetreo que habían tenido estos tres, incluyendo casi morir en Midway City, lo único que quería hacer Johnny era dormir, pero Joker…bueno él parecía tener siempre varias cosas en la cabeza y sin dudas, su cuerpo toleraba bien la falta de sueño producto de su hábil mente criminal, que lo hacía siempre desvelarse planeando uno que otro plan, quizás por eso era el jefe….

Jhonny no se sentía incómodo en el silencio dentro de la camioneta donde solo estaban ellos. Estaba acostumbrado al prolongado silencio que su jefe mantenía a veces, pero estaba vez sabía que ese silencio tenía un mal motivo, Harley. Johnny quería preguntarle cómo se encontraba ella, después de lo sucedido o que le había dicho ella exactamente. Le tenía un gran cariño a esa chica traviesa y problemática. Sin embargo se había abstenido de decir algo todo el camino para no incomodar a J, pues temía en cierto modo a su reacción, no porque lo fuera a matar, sino más bien, porque sabía que su jefe estaba realmente complicado, perturbado. El sabia de sobra que era un tema sumamente delicado y quizás él no debía involucrarse más a ya de lo que ya sabía, también justificaba las acciones que su jefe tomo con esos guardias, probablemente él también los abría eliminado si hubieran tocado a su chica, pero claro, los habría matado de una manera menos tortuosa tal vez.

El GPS a un lado del manubrio interrumpió el silencio con un pequeño "beep" anunciando que se encontraban a tan solo tres cuadras de llegar por fin al Hotel. Johnny con una mano en el volante toco el dispositivo de su celular para apagar la alerta. Después volvieron sus dos manos al manubrio, pero se sobresaltó al escuchar un sonoro golpe en el techo de la camioneta. Se giró rápidamente, el puño de su jefe había golpeado abruptamente el techo. No se esperaba eso y entonces volvió enseguida su vista a su rostro, él lo miraba de forma perturbada con el ceño fruncido y su boca roja entre abierta. Entonces bajo su cabeza ocultando sus ojos en las sombras a medida que Johnny estacionaba la camioneta fuera del Lujoso Hotel y lo escucho preguntar.