Fue estúpido, lo admito.
No debí usar viaje sombra en ese momento, pero la necesidad de verte rebasaba mi cansancio.
Creo que eso no lo sabía mi cuerpo ya que, en cuanto llegué a París, caí de espaldas. Al parecer estaba en el suelo de una enorme habitación.
Después de tanto tiempo, aún sigo dudando de cuál diosa me ayudó a completar mi viaje para llegar hasta ti. Sospecho que fue Afrodita (por alguna extraña razón ella no me odiaba como tus hermanos).
Recuerdo que… en cuanto intenté levantarme, no podía, mis brazos no tenían la fuerza para permitirlo.
¿Te digo que pasó después? Tú llegaste. Lucías hermosa con ese vestido, literalmente parecías una princesa.
Abriste la gran puerta, estabas sonriendo hasta que tú mirada cayó en mi y cualquier rastro de felicidad desapareció.
Corriste hasta mi lado y te dejaste caer en el suelo, tomaste mi rostro entre tus suaves manos y lo colocaste en tus piernas, acariciabas mi cabello mientras me veías preocupada.
-Nico, ¿Qué haces aquí?- Preguntaste.
Tú voz era más hermosa de lo que recordaba.
-Vine a verte, princesa-
-Estás mal-
-No lo estoy-
-Cariño, ¿Te has visto en un espejo? Luces demacrado, ¿Has comido últimamente? ¿Duermes bien? Tus ojeras lucen…-
-Creí que te gustaban, decías que me daban estilo- Intenté justificar.
-Antes no eran tan excesivas, te has descuidado ¿Por qué?-
-No estás a mi lado. Te necesito-
-No lo haces, estás confundido. Tienes a tú lado a personas maravillosas, están Hazel, Reyna, Jason, Leo, mi hermana, Annie y… Percy- Susurraste el último nombre.
-Pero no te tengo a ti-
-Nico…-
-La única que quiero a mi lado eres tú-
-Escucha, estoy un poco ocupada ahora mismo. Tengo que regresar con mi padre-
-¿Me dejaras aquí en el suelo?- Pregunté curioso.
-No, tú descansaras en mi cama- Dijiste mientras que con mi ayuda, me colocaste en ella- En un momento regreso, iré a despedirme de los invitados- Sonreíste un poco.
-¿Hay chicos ahí?- Inquirí.
-Demasiados-
-Entonces no vayas, quédate conmigo-
-Tengo que hacerlo, en un momento regreso- Te disculpaste mientras te retirabas.
Ahora estaba solo nuevamente, admito que tú cama era cómoda pero aún así, no podía dormir. No hasta que estuvieras a mi lado y no con ellos.
Tal vez pasó media hora o una completa cuando apareciste de nuevo, en tus manos sujetabas una bandeja que colocaste en la pequeña mesa de noche. Había demasiada comida ahí.
Tomaste uno de los platos y con un tenedor dirigiste el primer trozo (de lo que parecía pavo) cerca de mis labios.
-¿En serio haremos esto?- Pregunté divertido.
-Claro que si- Asentiste- Si esta es la única forma para asegurarme de que comes, entonces lo haré- Respondiste decidida- Ahora abre la boca- Pediste.
Así lo hice hasta que en cinco de los seis platos ya no había nada.
-Ya no puedo comer más-
-Entonces duerme-
-No puedo, estoy tan lleno que es imposible-
-Entonces… tengo una idea- Sonreíste- Te contaré un cuento-
-¿Qué?-
-Si, eso hago aveces cuando visito a los niños al hospital-
-¿Visitas niños en un hospital?- Pregunté confundido.
-Mi padre apoya muchas fundaciones y lugares públicos que lo necesitan, entre ellos está un hospital al que aveces voy para convivir con los pequeños-
-No quiero cuentos- Rodé los ojos.
-Entonces lo único que tengo es una leyenda que madre me contó-
-¿Cual es?-
-El hilo rojo del destino-
Parecía interesante, incluso estaba un poco emocionado por saberla; ahora faltaba que tú la contaras.
-Nico di Angelo.

ESTÁS LEYENDO
Remember (Nico di Angelo y tú)
FanfictionDespués del accidente en aquella misión, nada volvió a ser lo mismo. Todo estaba olvidado, cada suceso que los llevó hacía donde estaban. Nico deseaba que ella recordara. Su historia. Peculiar, especial e incluso un poco dramatica historia. Extra...