Todos los momentos que no fueron (FLOZMIN)

La última noche

Este Fic está pensado como pequeños fragmentos donde, con diferentes puntos de vista, recreará las emociones de la pareja más linda de Las Estrella. O sea, FLOZMIN. Al menos para mí. Quiero también a Mariano y Lucía, pero como Flor y Jaz no hay. Creo que es bastante obvio al leerse el fic lo que pretendo, pero, por las dudas, es un compendio de momentos que NO FUERON y que podrían haber cambiado las cosas.

Gracias por leer y perdón si hay errores.

La novela Las Estrellas, ni sus personajes, ni sus locaciones, ni nada de esa maravilla de historia me pertenece. Si me pertenecieran: 1) No sería un éxito; 2) Mario Star habría sacado un curso de juez de paz por internet y estaría casándolas en este meeeeesmoooo momeeeeeeentoooo. AHRE!

La última noche

Lo sentí. Se te notaba. Se notaba como sentías esa especie de curiosidad, de interés casi insensato, de ansia por dejarte llevar. Lo noté en tu respiración cuando me hablabas y en el brillo de tus ojos cuando me mirabas. Esa noche me mirabas diferente. Esa última noche en que aún eras Flor Estrella, una de las dueñas del hotel. Flor Estrella, legalmente casada con Dani Cacabella, pero todavía sin dar el paso final.

Entraste a la cocina y me preguntaste por qué estaba ahí. No pude evitar darme cuenta que no era la única sin poder dormir. No tenía dudas que una boda causa nervios, pero había en tu mirada un "algo más" que pude ver, pero que no quise delinear. Un algo más que fue una excusa para que yo me sintiera menos lejos, a pesar de que no lo quisiera aprovechar.

Hoy sé que pude, no sé si tenía derecho a hacerlo, pero pude hacerlo. Pude haberte seguido cuando saliste de esa cocina. Pude haber caminado tras tus pasos, haber golpeado esa puerta y haberte besado sin pedirte permiso. Te habría arrastrado contra mí y sé que no me habrías detenido. No, en aquella última noche, mientras intentabas entender tus dudas, me habrías permitido hacerte sentir todo lo especial que nunca nadie te había hecho sentir. Todo lo que solo yo puedo hacerte sentir. Te habría permitido detenerme porque ya sabes como soy, Flor. Nunca quise obligarte a sentir nada de lo que sentís. Nunca. Pero mi corazón me dice que no me habrías detenido.

Quizás, no, seguramente, nos habríamos arrepentido al día siguiente, cuando despertáramos enredadas a unas horas de que fueras a dar el "si". Tú por el engaño y el lío en que te habías metido. Un lío mental y emocional. Yo porque no habría podido superar nunca dejarte ahí, a poco de aceptar un compromiso que no querías. A punto de entregarte a alguien más; sobre todo, después de haberme dejado recorrerte por completo. Sobre todo, después de haberte hecho mía.

Sin embargo, me lo pensé mucho y me quedé en la cocina. Pude haber dejado de dudar, de respetar tu espacio, de pensar que eran mis deseos los que me gritaban que fuera detrás de tuyo. Pude haber notado que era mi instinto. Mi intuición. Una que me gritaba que estabas esperando ese "algo más", pero no de tu esposo, sino de mí. De tu amiga. De la mujer que te amaba. Porque te amaba desde mucho tiempo atrás. Te amaba tanto. No es cierto. Te amo tanto, Flor.

Pude haberte evitado la decisión que vino después, al día siguiente. Pero no lo hice, me quede en la cocina. Sola, dolida, callando los gritos de mi instinto y muriendo de amor.