우리는 남자 친구 나 친구가 아닙니다

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Suspiraba como adolescente enamorado cada que Jeongyeon me dedicaba una sonrisa y me lanzaba un corazón desde su asiento. Estaba más concentrado en observarla a ella que prestar atención en clase.

Es lo que ella provocaba en mi, pero no me importaba mucho. La clase de filosofía no era tan interesante.

Escucho como el timbre suena dando por acabada la clase y también nuestras horas de estar aquí.

Camino a paso lento hasta la puerta en donde finjo revisar mi mochila como si hubiera olvidado algo. Jeongyeon se detiene frente mio me saluda efusivamente para abrazarme.

-¡NamNam!–ella me toma del cuello para envolverme en un fuerte abrazo para susurrarme cerca del oído–te ves muy caliente con esa camiseta..–se separa para observarme con la misma sonrisa de siempre.

-Jeongyeonie..–acarició su  cabello con una estúpida sonrisa en mi rostro.

-¿Cómo haz estado?–trataba de sacar conversación conmigo.

Teníamos que disimular al máximo lo que pasaba entre nosotros, no podíamos actuar indiferentes un día y el otro no hablarnos. Podía sentir la mirada de Jennie sobre mi al igual que sobre Jeongyeon.

Se podía notar como estaba sospechando algo de nosotros. Por lo cual decidimos tratar de ser lo más normales del mundo. Aunque nos era imposible evitar mostrarnos algo cariñosos, pero por fortuna a los demás no les parece extraño.

-Pues algo ocupado con los exámenes ¿y tu?-veo como suspira para mostrarme un adorable puchero.

-Lo mismo...–sonríe para soltar una pequeña risa–bueno creo que debemos de despedirnos, tengo que ir a la biblioteca ahora, nos vemos luego NamNam–se vuelve a acercar a mi envolviendome una vez en una abrazo para volver a acercarse a mi oído a susurrar–te espero a las diez en punto en casa..–trago en seco para soltar un sonoro suspiro.

-Hasta luego Jeongyeon..–ella sonríe mientras se despide con un leve saludo de mano.

Con una boba sonrisa en la cara camino hasta la salida en donde sus amigos me esperaban.

En todo el camino a casa no pude dejar de sonreír. Se podría decir que tengo algo con Jeongyeon, pero no era mucho. No pasábamos de caricias por debajo de la ropa y besos húmedos. Es como si nos estuviéramos reservando, no quería presionarla ni mucho menos exigirle que lo hagamos. Después de todo no sería su primera vez, pero si su primera vez con un chico. Sin contar que aun mantenía una relación con Nayeon, lo cual contaba como engaño, aveces me sentía como basura al hacerle esto a Nayeon, pero no podía evitarlo Jeongyeon me volvía loco.

Daría lo que fuera por ella, aunque eso signifique ir a escondidas a su casa sólo para tener una sesión de besos y caricias. Lo valía y mucho.

Al llegar a casa lo primero que hice fue darme una ducha bien fría. Al salir del baño fui al armario a escoger un atuendo adecuado, pero por mas que veía algo no podía decidirme.

-¿Problemas para elegir una vestimenta?–mi hermana aparece detrás del marco de la puerta con una sonrisa burlona.

-Algo así enana..–ella rueda los ojos para entrar a mi dormitorio.

Observa mi armario un buen rato hasta adentrarse totalmente y de ahí sacar una sudadera con rayas verde, amarilla y turquesa junto con unos jeans.

-Listo ya estas preparado para tu cita..–me guiña un ojo divertidamente.

-No tendré una cita..–ruedo los ojos para soltar un suspiro de cansancio.

-¿Te he dicho que te verías bien con el cabello morado?–cambia el tema con tanta rapidez como siempre.

-No me volveré a teñir..–veo como pestañea un parde veces mientras hace un puchero, esa era su manera de convencerme. Pero no tenía tiempo para sus caprichos. Vuelvo a negar con la cabeza para que ella golpee el suelo con molestia.

-¡Vamos Oppa!–río por su actitud divertida–a tu no cita le gustaría...–ella sonríe maliciosamente.

Pensándolo bien hace mucho no me tiñó el cabello, un color nuevo no me haría mal pienso.

-De acuerdo..–ella chilla para saltar de felicidad, yo solo pude reír por la extraña situación en la que me encontraba.

Tres horas después estaba listo para mi no cita como lo llamaba mi hermana. Traía puesto lo que ella había escogido y no me quedaba nada mal debía admitir.

Faltaban treinta minutos para las diez en punto, debía apresurarme. Nunca fui de preocuparme por la hora de llegada, pero con Jeongyeon era diferente. Ni un minuto más y ni un minuto menos.

Mientras iba caminando hasta su casa que quedaba tres manzanas lejos de la mía, escuchaba canciones de Lil Pump para distraerme.

En menos de lo que pensé había llegado, su casa no era la más grande, tenia dos pisos y una terraza. Era lo máximo que podía ver desde afuera, lo había entrado nunca sólo la conocía por haber dejado a Jeongyeon aquí después de la escuela. Junto con los chicos por supuesto.

Hoy sería la primera vez que estatua con ella a solas. ¿Cómo sabía que estaba sola? Fácil, le había comentado a todo el salón que sus padres salieron de viajes de negocios, era un aviso claro hacia mi también.

Mientras me debatía con tocar o no el timbre, soltando jadeos de desesperación decido dar unos golpecitos a la puerta. Mis manos sudaban incluso hasta mi espalda la sentía mojada.

Una Jeongyeon con una camiseta rosa que le llegaba hasta los muslos abre la puerta para observarme dulcemente.

-¿Vas a quedarte todo el día ahí o vas a entrar?–suelto una pequeña risa para al fin pisar dentro de su casa.

No me imaginaba lo grande que era por dentro, un parde fotos de ella colgaban de las paredes junto con sus padres.

Sonríe inconscientemente para tocar el marco de una de ellas.

-Fue cuando había entrado por primera vez a la escuela ¿a que era bonita?–volteó para poder observarla, aun traía esa bella sonrisa de la cual me enamore perdidamente.

-Aun lo sigues siendo..–pongo mis manos en sus mejillas estrujandolas suavemente.

Ella ríe tiernamente para abrazarme, dejando su cabeza reposar en mi pecho.

-Hueles tan bien Nam..–vuelvo a reír.

Ella se separa de mi para acercarse hasta mi rostro, uniendo nuestro labios una vez más en un beso.

Al separarme de ella sonrió saboreando su labial de fresas frente a ella, lo cual logra que ría.

-Debo admitir que ese color si te favorece cariño..–se aleja de mi contoneando sus caderas como si estuviera provocandome.

En ese momento agradezco que mi hermana allá insistido con pintarmelo de morado.

Ella voltea para lanzarme un beso, el cual finjo atrapar. Hago un corazón con mis brazos dando un pequeño salto de felicidad.

Esta mujer me traía totalmente loco.
 

 

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[kim namjoon/yoo jeongyeon] ;It's Lesbian  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora